Su gusto por los ropajes y encajes, aunado a que vivía momentos de purificación y eliminación, llevó a la artista plástica Paola Celada a pintar las más de 30 piezas que en conjunto dan vida a la muestra Catarsis, a través de la cual, explica ella misma, “las niñas que protagonizan mis obras son personajes que tienen mucho que decir, gozan de gestos sugerentes, miradas que encierran explosiones de palabras prohibidas, sentimientos sublimes, pero a la vez festivos, así como barroquismos, excesos y elementos de la naturaleza”.
Para la crítica de arte, Avelina Lésper, los cuadros de Paola son relatos visuales que atrapan con desesperación memorias, pesadillas, sueños y añoranzas, los encierra en marcos y ambientes congestionados para que tengamos dos historias paralelas en cada cuadro, la de un rostro infantil y la de un mundo hermético que no quiere ver su final, que trata de detenerse entre flores secas e insectos disecados.
“La capacidad emocional de su obra no tiene pudor, se muestra en lo más sensible de sus emociones. Esta explosión de carácter que se impregna en el trazo, es el resumen dramático de la obra de Paola Celada. La emancipación de estos dibujos es su vida en el arte, su decisión a crear y conservar una visión particular de la realidad”. Luego de declarar que más que enmarcar su trabajo en una sola corriente, pues sus obras tienen un poco de dadá, romántico o contemporáneo, aceptó que para cualquier obra es importante el color, pues éste crea sensaciones, hace llorar o reír, claro está sin dejar de lado el entorno. La artista expositora, tras recordar que fue a la edad de siete años cuando inició sus estudios de pintura, expresó que hasta fecha sigue innovando sus técnicas artísticas, al adueñarse del carboncillo, óleo, encauste, ensamblaje, cera, grafito, mixta, óleo y pastel de aceite sobre papel, lámina, geoda y acrílico, para llevar a buen puerto su quehacer plástico.
“Trabajo con todo a la vez, grafito, carboncillo, lápiz de madera, pasteles de aceite. Pinto con óleo o con lo que necesite el cuadro. En esta colección trabajo con materiales diferentes para hacer ensamblajes o collages, porque cada cuadro tiene su personalidad, su fuerza, su espíritu. Cada uno habla y pide su color o su técnica. No parto de un tema, sino que trabajo lo que vivo en ese momento y al finalizar la obra o la colección toma un sentido pues se resume en mi vida y en el momento preciso de la elaboración”.
Con títulos como Una flor, un dulce y una fiesta; ¿Le Cambiarías el final a Todo?; Un Mundo Pequeño; Escucha la Luz; Viva la Libertad; No soy esclava; El Rincón; Recreativo; En el Nombre de la Rosa, del hijo y del espíritu de la Mariposa; Inverosímil; Colapso; Evolución del Alma y Babana Mosh, de entre 33 piezas más, la creadora nos invita a recorrer lo que ha sido su trabajo pictórico durante lo que va del 2013.La propia Paola exhorta, de una manera por demás especial a visitar su muestra plástica: “si te das el tiempo de “conversar” con un cuadro, te sentirás descansado. Es un ejercicio de la mente que llena el alma. Entra a un cuadro, invéntate, re invéntate una y otra vez. Salir de tu realidad para entrar en otra, creada por ti, tan real como la nuestra pues para tu mente existe, eso le da más vida y credibilidad a dicha realidad. Tu mente está para pensar, déjala hacer lo suyo. Déjala volar. El arte es para compartirlo”.La muestra Catarsis, de Paola Celada, se llevó a cabo en la Galería Planta Alta y Espacio Visual, del Centro de Cultura Casa Lamm, ubicado en Avenida Álvaro Obregón 99, colonia Roma.