Yo siempre comento que tengo al Murfy de los cojones colgao de la chepa, y aunque no me gusta poner cosas personales, os comentaré que hace unas semanas tuve que hacer de chófer en Pelotillas Ombligueras, no es mi trabajo habitual, pero cuando hay que sacar el trabajo, alguien tiene que hacerlo, y en ese momento el que estaba disponible era el mexiñol.
La cosa es que tenía que llevar a un cliente muy importante una dotación de pelotillas ombligueras al que le urgía tenerlas ya en su poder (creo que fabrica cojo... digooo cojines, y de ahí lo de las pelotillas).
Total que para el encargo me prestaron una camioneta de la empresa, no puedo quejarme de que me prestaran la peor que tiene la compañía, porque en realidad es la única que tenemos. Ya en el trayecto notaba algo extraño el acelerador, pero como la garrapata tiene mas trucos que David coperfil, supuse que algo andaría yo haciendo mal. El caso es que llegué a la empresa, entregué al cliente sus pelotillas y, como era tarde, para no andar a vueltas de ir hasta la empresa a buscar mi coche y tal decidí llevármela a mi casa. Además así podía hacer un encarguito personal de mover unos muebles que me andaban estorbando desde unos meses atrás.
Tanto ese día como a la mañana siguiente que me dirigía hacia la empresa, el acelerador seguía haciéndome extraños, había que pisarle mas de la cuenta para alcanzar su velocidad máxima, 45 km/h y aún así de repente como que se desaceleraba. De repente, sin pedir permiso ni avisar, por mas que le pisaba al acelerador este no entraba y la camioneta decidió dejar de avanzar.
Yo soy uno de los peores mecánicos del mundo y poca idea tengo de lo que hay debajo del capó, así que para cambiar la cara de "mecagüen tu padre por tu culpa voy a llegar tarde a currar" del resto de conductores, por la de "pobre pendejo se le escacharró la camioneta" abrí el dichoso capó y conseguí detectar el acelerador a un lado del carburador. Desde este viaja un cable hasta el pedal del acelerador, y al moverlo, notaba que la camioneta sí aceleraba, así que asumí que el dichoso cable se hubiera roto, pero al estirarle del otro lado el cable no venía hacia mi.
Me metí en la cabina para ver el pedal por si podía intentar algún arreglo chapuza, ahí fue cuando me di cuenta de mi triste realidad, el resultado fue el que ves en la imagen.
Efectivamente, se había roto el pedal, tócate los güebs que diría el otro, lo mas acongojante es que se ve que no era la primera vez, pues mas arriba tenía otro tramo del acelerador soldado con una varilla.
Ahora la cosa era ver como resolver el problema, tenía tres opciones, dejar la camioneta y pillar un taxi para llegar a currar, llamar a la grúa para que se lleven la camioneta, o recurrir al ingenio mexicano para estos casos. Al final opté por la tercera opción.
En la camioneta había varias cuerdas para poder atar la mercancía transportada y que no se salga a tomar por saco en la primera curva, así que se me ocurrió atar la cuerda al trozo de acelerador que quedaba y estirándole hacer que acelere la garrapata. Así que hay me tienes, con una mano en el volante, la otra en la palanca de cambios y con esa misma mano estirando de la cuerda para poder llegar a la empresa. Una buena historia para contar en este rincón no os parece??.