Revista América Latina

Fajecillo

Por Mexinol
Fajar es una palabra que viene de ponerse la faja, y en México suele usarse para indicarte que te pongas la ropa por dentro del pantalón para no andar como un desgarbao. Y como para fajarte necesitas meter la mano por debajo de la ropa, esto derivó en meter mano, pero en ropa ajena. Así pues, un fajecillo, viene a ser sinónimo de meter mano, pero sólo un poco, que claro, por ahí se empieza, como aquel que dice "sólo la puntita". Que pa que lo vamos a negar, esto del sexo a todos nos gusta, algunos se la dan de remilgados, golpe de pecho y santificado sea tu nombre y dicen que no va con ellos, pero la verdad es que un buen polvete quita el estress y te hace sentir en la gloria.

Cuando tienes casa no hay problema, te llevas a la pareja a casa y a desahogar los bajos instintos y cometer los pecados que los curas mas castigan pero mas cometen.

Si no tienes casa, en México lo mas habitual es recurrir al motel, pero algunos que son mas tacaños que el mexiñol y consideran que con lo que vale el motel mejor ponen gasolina al coche pa toda la semana, tienen la opción de hacer como en muchas ciudades españolas, pillar el coche, salir de la ciudad e irse a los alrededores del pantano de la región. Aparcas en un lugar algo remoto, echas el asiento p´atrás y, ¡A probar los amortiguadores!. Eso sí, teniendo cuidao con el freno de mano, no vaya a pensar la chica que realmente eres duro de pelar.

En México, como las ciudades son grandes, eso de salir a las cercanías es complicado, porque no hay nada cerca. Además, particularmente en el norte del país, como todo es semidesértico, donde sea que aparques el coche te verán desde 40 kilómetros a la redonda, así que no nos queda otra que inventar alternativas.

En muchas ocasiones las ciudades suelen llegar a rodear algunas montañas cercanas, por lo que para ir de una zona a otra de la ciudad se construyen calles en las laderas de esas montañas. Y claro, estas calles no suelen tener casas, pero en algunos puntos forman una pequeña planicie donde su puede ubicar un mirador para en la noche ver la ciudad en todo su esplendor. A veces la misma constructora de la carretera, a veces el ayuntamiento, o a veces un tercero, construyen una especie de aparcamiento en ese lugar con una balconada, para que la gente aparque sus coches y luego puedan apreciar la inmensidad de la ciudad, tanto en el día como en la noche.

Para permitir la visión de la ciudad en la noche, el lugar no suele contar con iluminación, además de que como queda algo retirado de la red eléctrica, resultaría muy caro el llevar un cable hasta allá. En fin, la cosa es que estos lugares suelen ser aprovechados por las juventudes para, con la excusa de ver la ciudad, llevar a la chica en su coche a ese lugar. Ya estando allá, se bajan del coche, dan un paseo, se toman un par de fotos, y luego vuelven a subirse al coche. Una vez en él, ponen música romántica tipo estil lovin yu de los escorpiones, empiezan a charlar de su futuro, entrelazan las manos, besitos pequeños, besitos mas grandes, las manos empiezan a moverse hacia.... en fin, que mejor no sigo porque sino alguno termina convirtiéndose en ayudante de rey mago, pajeándose. La cosa es que entendéis la idea ¡verdá!

Habitualmente en estos sitios los coches están aparcados unos junto a otros, por lo que los lugares mas cercanos a la balconada suelen estar ocupados por personas decentes que van con los hijos para ver la siudá. En los mas alejados es donde se ponen las parejas, y como es probable que otros coches pasen cerca, es común lo de polarizar los cristales de los coches, ya que como por lo general hace calor, es difícil que se lleguen a empañar por mucho ajetreo que haya al interior del mismo.

Y claro, como esos son lugares públicos, no faltan los polesías de turno, cuya misión primordial es perseguir criminales, y qué peor crimen puede haber que el de andar en estos sitios haciendo mas gente, ¡Que inconscientes! ¿no se dan cuenta de que ya somos muchos?.

Pues sí, a esos sitios suelen ir los policías una o dos veces por noche (mas en fin de semana), con las luces rojiguald... no, rojiazules (eso) apagadas, acercándose sigilosamente a cada coche cual felino sobre su presa, y aquel que les parece sospechoso por estarse moviendo, le encienden las luces laterales que suelen tener en las sirenas al tiempo que gritan como en cumpleaños, ¡Sorpresaaa!. Esto con la finalidad de ver si pescan a alguien con los pantalones a la rodilla, la mano dentro de la ropa de la otra persona, o directamente algo mas dentro de la otra persona.

Si te pillan, lo primero que hacen los dos polesías que van en la patrulla es bajarse de su coche y rodear al otro en plan asalto policiaco para rescatar a los rehenes, pero en lugar de pistola en mano, linterna en mano.

Ahí empiezan los policías con el rollo moralino, soltándote frases del estilo... súbete el pantaloón, abróchate la blusa chicaa... no te da vergüenza andar asií... a ver las credenciales de elector de los dos para ver si sois mayores de edaad... vamos a tener que llamar al padre de la chica para que venga a por ella... que vergüenza... los vamos a remitir pal cuartelillo y ahí siempre están los de la prensa... os van a tomar fotos y mañana vais a salir en la primera plana... En fin pichicología de esa a todo lo que da con la intención de que les sueltes una pasta al policía y te deje tranquilo, y que depende del coche que tengas, te pedirán mas o menos marmaja, así que es importante el que no abras la cartera y salten los billetes como si serían confeti, porque van a querer todos los que tengas.

Para evitar esto, la otra opción son los autocinemas. No se si te acuerdas de estos que se ven en las pelis gringas ambientadas en los años 50, donde te metes con el coche y en una pantalla gigante pasan una película; pues igual pero en plan cutre. En estos “locales” no hay lugares definidos sino que te aparcas donde te sale de la pera, no hay altavoces en cada lugar de aparcamiento, sino unos altavoces grandes pegados a la pantalla que a 15 metros de distancia no se oyen ni castaña. Las películas habitualmente son unos truños que no hay dios quien se los fume. Así que lo normal es ver los coches aparcados uno en cada esquina, con los cristales polarizados.
Te cobran la entrada por cada coche que entra al recinto y puedes estar 5 minutos si el maromo tiene problemas de exceso de velocidad (o si la chica le suelta una ostia por llevarla a un lugar tan cutre), o puedes quedarte 6 horas si tienes el aguante suficiente. A estos lugares no suele entrar la policía porque son "propiedad privada".

Esto de los autocinemas es algo que cada vez se estila menos, mas que nada porque los moteles son baratos y mas privados, tampoco va el policía, y tienes muchas amenitís como dicen los gringos.

A los lugares públicos y autocinemas, suelen ir los mas jóvenes, que apenas tienen su primer coche, mas que nada para a ver si en la calentura del momento la chica se deja meter mano, porque si le dice de ir a un motel ya sabe a lo que va, pero si van a este sitio, es una excusa, y ya andando caliente la chica, puede ser que se deje... o a lo mejor es al revés, ella la que tiene que convencerlo a él.

Por supuesto que en lo que acabo de contar puede haber alguna imprecisión, ya que todo esto, por supuesto, lo se de oídas... a mi nunca me llegaron a quitar los únicos 80 pesos que tenía en la cartera, ni tampoco pagué los 50 pesos que cobraban de entrada en aquel tiempo en el autocinema por cada coche, todo esto me lo han contado.

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