Mi humanidad para los demás
Un poco tarde escribo esto, pues tenía pensado escribirlo ayer 20 de Noviembre… ¿Y por qué? El 20 de Noviembre se celebra el Ubuntu Community Appreciation Day, que traducido descarada y libremente es el Día del Agradecimiento Ubuntero, una fecha en definitiva especial y que sirve para recordarnos lo mucho que hemos dado, aprendido, apoyado y recibido en la comunidad tan divertida, hermandada y sabia que somos todos nosotros.
Si empezamos por agradecimientos, creo que empezaría así:
Gracias, Windows, por ser privativo, nefasto y caro.
Gracias, tecnicuchos ingenuos que sólo leen un blog, se descargan el Windows pirata y lo instalan sin conocimiento a las PC’s de las masas; sin su servicio y producto de mierda, jamás hubiera conocido Linux.
Gracias, Linus Tolvards, por crear el kernel libre más genial de la historia.
Gracias, Richard Stallman, por sentar las bases del Software Libre, la GPL y GNU.
Gracias, Ian Murdock, por iniciar el gran Proyecto Debian, del cual me siento orgulloso que sea la base de nuestro sistema.
Gracias, Debian, por ser una de las mejores distribuciones, por tu seguridad, estabilidad y versatibilidad.
Gracias, Proyecto GNOME, por darme tantos momentos de felicidad en mi escritorio.
Gracias, Proyecto KDE, por ser el 1° entorno de escritorio libre que conocí, y por ser tan cool.
Gracias, Gracias, OpenOffice.org y Document Foundation, por ayudarme a hacer mis escritos más geniales y mis presentaciones más pro.
Gracias, Equipo Mozilla, por darme mi navegador libre favorito
Gracias, Carsten “Rasterman” Haitzler, por el revolucionario entorno Enlightenment
Gracias, Novell, por OpenSuSE, la distro que me acercó a Linux
Gracias, Mark Shutterworth, por ser la llama que inició este incendio creciente que es el Proyecto Ubuntu.
Gracias, Canonical, por apoyar al sistema Ubuntu y a su comunidad.
Gracias, programadores, diseñadores, traductores, bloggers, usuarios, vendedores de computadoras, técnicos, idealistas y demás, por hacer a Ubuntu un sistem a en verdad por y para seres humanos, usable por todos, en el que todos podamos colaborar, corregir, difundir y decir con emoción “Este sistema es mío. Y también tuyo; he ayudado con gusto por todos nosotros”.
Gracias, Ubuntu, por los amigos que me has hecho conocer al congregarnos en torno tuyo; gente genial, muy simpática y siempre dispuesta a ayudarte; gracias por desarrollarme en lo que más me gusta, en la escritura; gracias, porque me has obligado a aprender cosas nuevas, cosas que me son muy útiles; gracias por darme un sistema que se adapta a mí, y puedo adaptar aún más y mejor; gracias por hacerme conseguir dinero de forma legal, divertida y honrada, instalándote en las PC’s de amigos, familiares, colegas y clientes; gracias, porque al fín y al cabo, cumples con lo que significa tu nombre