Revista América Latina

La ley de Herodes

Por Mexinol
Muchas veces el entender la política de un país es difícil. En el caso de México con el nivel de corrupción que tiene es complicado entender a veces porque pasan las cosas, pero una buena forma de entenderlo puede ser una película.

Tranquilos, no voy a cambiar el giro de este rincón por el cinematográfico, sin embargo si me gustaría recomendaros una película que nos da a entender en buena medida lo que ha sucedido en México en el plano político y porque estamos como estamos.

La ley de Herodes es una película mexicana de 1999 ambientada en los años 40, retrata a un personaje que se apuntó al partido gobernante siendo joven, y siguió con su vida. Sin embargo, por necesidades del secretario de gobierno, quien es firme candidato para ser gobernador en las próximas elecciones, lo nombran alcalde interino (sustituto) de un pueblo perdido en mitad de la nada.

El tío llega al pueblo con la consigna de llevar la modernidad a un pueblo sin luz ni agua corriente, azuzado por innumerables problemas, entre los que está la existencia de un prostíbulo.

Inicialmente rechaza las ofertas corruptiles, pero ante la total imposibilidad de poder arreglar las cosas, sin ningún apoyo por parte de las personas que lo nombraron alcalde, y a la vista de un buen montón de billetes por la regente del puticlub; decide subirse al carro de la corrupción. Al final el tío no sólo termina extorsionando a todo quisqui en el pueblo, sino que hasta cambia la constitución para poder ser alcalde hasta por ochenta años (uno nunca sabe). Por supuesto esto altera a los pobladores armando un rifirrafe de tres pares de pelotillas ombligueras. Todo lo anterior atrae al “lisensiado” que lo nombró alcalde, quien está un poco desquiciado porque andaba buscando la candidatura para la gubernatura del estado, pero que le dieron a otra persona. El personaje este, al verse sorprendido, termina matando al “lisensiado” y echando la culpa a unos subversivos para finalmente, hacerse diputado arengando en contra de la corrupción y en favor del progreso.

No voy a decir que hechos similares hayan ocurrido al 100%, algunos puntos de la película pueden ser un poco exagerados, pero otros, como el nombramiento a dedo de los alcaldes, diputados, y hasta el propio presidente; eran reales hasta hace bien poco. A continuación os pongo un par de enlaces a un resumen de la película, pero la verdad es que merece la pena que la veáis entera si tenéis posibilidad. La ley de Herodes, te chingas o te jodes, me recordó un poco a la novela de Delibes "el disputado voto del señor cayo", pero en este caso el sistema termina corrompiendo completamente al candidato, quien de todos modos es aceptado por sus congéneres políticos, quienes seguramente son igual de corruptos que él.





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