Este fin de año puedes aprovechar para conocer los Pueblos Mágicos de Michoacán, quien suma a Tacámbaro y Tzintzuntzan a su lista de Pueblos Mágicos; los otros 5 son: Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Agangueo, Cuitzeo y Tlalpujahua.
Michoacán, uno de los estados con mayor riqueza cultural y gran exponente de la gastronomía nacional, se ha caracterizado por tener grandes destinos turísticos y ser una ventana para los mejores eventos de México y el mundo. Michoacán también es uno de los pocos estados que tiene registrados 5 Pueblos Mágicos: Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Agangueo, Cuitzeo y Tlalpujahua. Hoy, a esta lista se le suman tres pueblos más, Tacámbaro, Tzintzuntzan y Jiquilpan. Tres hermosos pueblos que mantienen una riqueza tanto arquitectónica como histórica y gastronómica.
Tacámbaro
Tacámbaro tiene una singular historia, el significado de su nombre es particular ya que tiene varias interpretaciones etimológicas. Ha sido llamado “lugar de culebras”, otro de sus significados indica que viene de “Tacamba” nombre de un príncipe purépecha; pero la más clara hace referencia a “tacamba” una variedad de palma, llamado entonces “donde hay palmas”.
Tacámbaro está localizado a 55 kilómetros de Pátzcuaro y por su ubicación geográfica registra una variedad de climas y ecosistemas dentro de la misma población.
Tacámbaro posee recintos emblemáticos de la zona, tales como, la Catedral Agustina Diocesana, la Plaza de Armas “Benito Juárez”, la Plaza Nicolás Régules, la Plazuela del Santo Niño y el Parque Hidalgo, entre otros. Entres sus prácticas artesanales, el pueblo se especializa en la elaboración de huaraches, sillas de montar, fuetes, servilletas bordadas, macetas de barro, artículos de herrería, prendas de vestir de lana y tapices de gran calidad y belleza.
Las actividades culturales que ofrece Tacámbaro son la típica feria del pueblo y verbenas populares, pero su alrededor ofrece importantes atractivos como el cráter “La alberca” y la reproducción de “El santo sepulcro” de la iglesia de Fátima, la cual es considerada una joya religiosa a nivel internacional, ya que es única en Latinoamérica y tiene rasgos muy similares al existente en el medio oriente, en la cual fueron depositados los restos de Jesús luego de su muerte en la cruz.
Tzintzuntzan
Tzintzuntzan se localiza a las orillas del lago de Pátzcuaro, su nombre significa “lugar de colibríes” y es un importante destino turístico y arquitectónico que se encuentra en la mesete purépecha.
Su gran característica es sin duda la zona arqueológica que comprende un centro ceremonial, edificado sobre una plataforma de unos 400 m2, que tiene una rampa de acceso en el centro. Sobre la plataforma fueron construidas cinco yácatas (plataformas escalonadas que combinan un cuerpo rectangular con otro circular, lo que hace parecer a la planta como una especie de “T”), que eran la base de los templos dedicados a la adoración de los dioses principales del
pueblo tarasco, entre ellos Curicaveri (dios del fuego) y Xaratánga (divinidad lunar).
También posee un convento franciscano con capilla abierta del siglo XVI, que posee una capilla obicita labrada por indígenas; el Templo de la Soledad, construcción barroca y el Templo de San Francisco. En el amplio atrio del templo destacan los centenarios olivos que según se dice, fueron plantados por el Primer Obispo de Michoacán, Don Vasco de Quiroga.
El pueblo destaca por las diversas celebraciones que son pagano religiosas, realizando las tradicional cuaresma y semana santa, pero destacando la celebración pagana. En dicho festejo un consejo conformado por ancianos proporciona una veintena de grilletes que según se dice pertenecieron a los conquistadores españoles, los cuales son utilizados en una penitencia por los participantes, quienes corren esposados en una ruta prefijada; algunos de ellos piden
limosna y otros más castigan sus espaldas con instrumentos denominados “disciplinas” o con el peso de cruces.
En Tzintzuntzan se dedican a la agricultura, fruticultura y artesanías elaboradas con paja y tule, así como bordados que pintan con ingenuidad paisajes y fiestas de la región. También trabajan la alfarería de barro en baja y alta temperatura, para la producción de vajillas, cazuelas y jarras en formas de aves. La danza y música son manifestaciones que logran un profundo vínculo de unidad social. Entre ellas sobresale la danza de los viejitos y la
interpretación de “pirekuas”, típica expresión musical de la etnia purépecha.
Jiquilpan
Jiquilpan se localiza al noroeste del Estado, a una altura de 1,550 metros sobre el nivel del mar, limita al norte con Regules y Sahuayo, al este con Villamar, al oeste con Marcos Castellanos y al sur con Cotija y el Estado de Jalisco. Su distancia a Morelia, la capital del Estado es de 208 km.
Jiquilpan cuenta con distintos atractivos turísticos que hacen del pueblo toda una experiencia mágica. Con su clima templado, Jiquilpan ofrece lugares característicos de la zona como el típico Bosque Cuauhtémoc y Parque Juárez. Además, el recién nombrado Pueblo Mágico también alberga una zona arqueológica llamada “Otero”, en dicha zona se encuentran los vestigios de la época prehispánica en la que Jiquilpan fue un centro cultural y agrícola muy
importante.
La producción artesanal del municipio se manifiesta mediante la elaboración de artículos ornamentales con base de maíz, además se pueden apreciar los collares artesanales que se hacen con la semilla del árbol característico del lugar, la jacaranda, con la que también elaboran rebozos y otros artículos típicos de la zona. El reboso es una pieza clave dentro de las actividades artesanales del lugar, con el cual utilizándolo como materia prima realizan distintos
artículos como: bolsas, blusas y calzado.
Una de las actividades que roban la atención de los turistas es el Taller Sericícola, que es impartido en la Casita de Piedra (Casa de Campo General Lázaro Cárdenas Río) localizada en el bosque Cuauhtémoc. En dicho taller mediante el cultivo y procesamiento del capullo del gusano de seda, se realizan distintos artículos como bisutería y rebocería.
Un lugar interesante para los amantes de lo murales es la Biblioteca Pública del municipio, ya que dentro del recinto se albergan murales pintados del jalisciense, José Clemente Orozco que datan del año 1940.
La fauna de Jiquilpan la conforman el venado, coyote, armadillo, zorro, tejón, güilota, torcaz, aguililla y codorniz, haciendo un destino turístico para los amantes de los animales.