Costumbres que en un lado pueden resultar arcáicas o de ignorantes, en el otro pueden ser claves y de forzoso respeto. Siendo yo niño, cuando algúna vez que le hablaba a mi tío, y si él no me entendía o no me oía, me soltaba un sonoro "mandeeé" con un acento paleto por demás curioso que conseguía arrancarme unas risas, ya que lo habitual es contestar con un simple ¡Qué!, o a lo más un ¡Que quieres! o, ¡Qué has dicho!.
Al llegar a México, cuando alguien te llama por tu nombre o busca llamar tu atención de alguna manera, la respuesta habitual de un gachupín suele ser un simple !Qué!. Esto en México es considerado totalmente descortés y muy brusco, lo correcto es contestar con un "mande" suavizado o ya de manera mas elegante un "mande usté" o incluso puede ser un "mándeme". Si por lo que sea tú, como buen gachupín, sueltas el habitual "qué", mas de uno te recriminará con un "no se dice qué, se dice mande".
Esto del mande puede parecer muy político, sin embargo también mucho influye la entonación que se le dé al "mande", que puede ir desde un "maaande" con cierto sonsonete que denote hartazgo porque el que te está llamando ya te tiene hasta las pelotillas ombligueras de que te anda preguntando a cada instante por las mayores estupideces, hasta un totalmente respetuoso "mándeme usted", pasando por un mande de hueva absoluta.
A mi, a pesar de todos los años que llevo por estas tierras de repente se me escapa un ped... digooo un cortante "que", en lugar del mas político mande, pero es cuestión de acostumbrarse para no herir susceptibilidades, así que ya sabéis, si venís a México, no digas que, di mande.