Revista América Latina

Mi amigo secreto

Por Mexinol
¿Os acordáis cuando íbamos de campamentos de críos y los monitores nos organizaban lo del amigo secreto?. El juego consistía en que durante unos días tenías que estar haciéndole favores a tu amigo secreto sin que él se diera cuenta de que eras tú, para al final de los campamentos hacerle un regalo a ese amigo, regalo que tenía que ser manufacturado con tus manos con lo que encontraras en la naturaleza (que por lo general algunos hacíamos cada cutrez impresionante).
En México se acostumbra algo similar pero ya para gente adúltera, por lo general en fechas navideñas... y me repatea los webs. Ya se que mas de uno me acusará de ser un negativo o de malbaratar el espíritu navideño, pero es que por lo general soy bastante práctico y esto del "intercambio de regalos" como le dicen por estas tierras, me parece algo de lo mas absurdo.
El "juego" (por llamarle de alguna forma) consiste en que en fechas previas a navidades la secretaría de Don pelotillón (quien no tiene otra cosa que hacer) manda un correo "elestrónico" a todo pichipata en la empresa invitándolos a participar "entusiásticamente" en el "intercambio de regalos navideños". En el correo que envía la buenorr... la secre de Don Pelotillón se indican las instrucciones del juego, que básicamente es un monto mínimo que debe costar el regalo, 200, 300 500 pesos etc. y qwue te gustaría que te regalen a tí.
El que quiera participar tiene que contestar a ese correo con un "responder a todos" diciendo que entra en el juego, y debe decir que es lo que quiere que le regalen y que valga el precio aproximado... no se si vais pillando el asunto.
Así que aquí tienes la primera putada, porque recibes en cuatro días 100 correos de gente diciendo que se apunta al baile y que quieren unos gayumbos de los simpson o un "kid de maquillague de la marca Cristian Pior". Con lo que te haces la picha un lío y no sabes si y mandar la orden de compra de los empaques para las pelotillas o del "kid de maquillague".
Ya que todos se apuntaron, la buenorra hace un sorteo ella sola consigo misma donde, escribe el nombre de todos los participantes en un papelico, echa los papelicos con los nombres en un vaso y cada quien pilla un nombre; al que le toque su propio nombre lo devuelve al vaso y pilla otro. Así que si tienes suerte te tocará el intercambio con la rubia de contabilidad, y si no, con Manolo el del bombo.
Al final la idea es que bien sea que le tengas que regalar a Manolo el del bombo o a la rubia de contabilidad, ellos habrán dado de dos a tres opciones de regalo a la hora de inscribirse, con eso te pones como loco a recorrer tiendas el fin de semana buscando el regalo que quiere tu "amigo" y que cueste mínimo los 400 pesos que se acordó, lo compras, y lo envuelves para regalo.
El día de la posada se hace el intercambio de regalos, donde la buenorra da un nombre al azar (o no tanto) que será quien empiece a decir quien es su amigo secreto para entregarle su regalo y abrazo navideño. después el que recibió el regalo será quien nombre a su "amigo" y así hasta el final de los tiempos... o hasta que ya estén repartidos todos los regalos.
Muchos dicen que esto ayuda a la integración del personal y que toda la familia pelotillas Ombligueras SA sea mas funcional, yo digo que esto es una reverenda gilipollez; porque si tengo que decir que es lo que me tienen que comprar, y yo tengo que comprarle a manolo el del bombo lo que él quiere, y en ambos casos el precio es el mismo, entonces mejor voy a la tienda y compro para mi lo que me sale de los pelendengues. Porque casi siempre oigo a tol mundo quejarse de que si vaya mierda regalo que me dieron, que no es lo que yo quería, y que eso no llega a los 400 pesos acordados ni por el forro de una pelotilla. ¡Ah! pero al año siguiente otra vez se inscriben al intercambio de regalos.
Hace unos años lo que hice con un grupo de colegas fue organizar un intercambio de regalos, pero la condición era que el regalo tenía que salir de un chino de todo a cien, no veas la originalidad de los regalos y las risas que nos echamos.

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