Después de visitar Chichén Itzá, la siguiente parada era Valladolid, a 40 Kms más hacia el este, pero antes tenía que parar a comer porque ya eran casi las cuatro de la tarde y el intestino grueso estaba mirando de reojo al delgado. Al pasar por un pueblico, un par de niños de unos 10 años me hicieron señas de que parara en un lugar que parecía decente. El sitio se veía limpio y su especialidad era el “poc chuc”, plato típico local que consiste en unos filetes de cerdo a las brasas acompañados por unas cebollitas asadas y un poco de lechuga y tomate, ya lo había probado anteriormente pero es tan delicioso que no me importó volver a comerlo, y nuevamente quedé tan encantado como la vez anterior, la comida me costó 80 pesos con propina incluida (5 euretes) y quedé satisfecho hasta de sobra.
Ya en Valladolid lo destacable del pueblo es un convento de san Bernardino
de nosequeleches, ya te digo, el mexiñol visitando iglesias. En las iglesias que vi en la mañana no se podía entrar, pero en este te dejaban andar como Pedro por su casa, visitar el claustro, la iglesia y todo lo demás, y lo mejor de todo es que no te cobraban ni un quinto, bueno, por todos lados había unas cajas para que pongas la limosna y letreros invitándote a hacerlo, pero ya me conocéis, yo no puse ni un clavo. Después de ver el convento me dirigí al centro de la ciudad, que en sí nada que destacar, igual que la mayoría de ciudades mexicanas con su iglesia típica a la que tomé un par de fotos, sus arquillos del palacio municipal y una fuente en medio la plaza. Me decían que había un cenote muy bonito en la zona, pero que cerraba a las 5 la tarde y ya eran como las 6. Así que me quede sin ver la tetot… digoo el cenote. Como no le veía mucho sentido seguir ahí, pensé en darme la vuelta para Mérida, ya que en la mañana tenía que levantarme a las 6 de la mañana para poder estar a las 7 en el aeropuerto pues mi vuelo salía a las nueve, además no me gustaba mucho la idea de andar en la noche conduciendo por una carretera desconocida, con un coche desconocido y donde si me pasaba algo no me iba a conocer ni mi padre porque está a tomar por saco de aquí (o mas bien soy yo el que está a tomar por saco pero bueno), así que carretera de regreso.Llegué a Mérida antes de las nueve, y me dije, que coño, porque me voy a ir al hotel, vamos a ver si de pura casualidad puedo ver la pirámide que no pude ver en la mañana del nombre impronunciable; aprovecho de que está a mitad de camino hacia la playa; y si en dado caso no puedo verla, me voy hasta la playa que queda a unos 30 kms al norte de Mérida. Y así lo hice, llegué a la pirámide, y estaba cerrado el asunto, no pude ver mas que la puerta con el horario, de 8 la mañana a 5 la tarde, así que me fui hasta la playa, a “Progreso”, en pleno mar Caribe.
Progreso es un pueblico que mayormente vive del turismo (igual que casi todo el sur de México), algo así como Benidorm. Tiene su paseo playero que estaba hasta los cataplines de gente, yo me acerqué a la orilla del mar, me quité los zapatos y calcetines, me remangué los pantalones y metí los pies en el agua para
decir que me he mojado con el agua del Caribe mexicano, que por cierto, casi estaba caliente. Caminé por la orillica del mar unos dos kilómetros descalzo por la playa, yo, conmigo mismo, pensando en mis gilipolleces, que cosa más relajante chaval. Llegué a un punto en que salí de la playa, me limpié la arena de los pies y me volví a poner los zapatos (como la idea del viaje no era turismo sólo llevaba zapato de vestir). Me volví hacia el coche andando por el paseo y paré en un restaurantico muy cuco a cenar, acompañado por el ruido de las charlas de las personas que pasaban al lado, la brisa marina acariciando mi cara, las olas del mar suavemente rompiend… jo, si es que me estoy poniendo tontorrón, sólo me faltaba una tía buenota (o no tanto) dándome besicos en el cuello leñe.En la mañana me levanté tempranito, a las 6:30 (creo que en la puta vida me había levantado un domingo a las 6:30 de la mañana, a lo mas haberme acostado a esa hora), dejé el hotel y tira pal aeropuerto a entregar el coche. Después de dejar el coche, los mismos de la arrendadora me llevaron a la terminal. Andaba con temor porque eran casi las 7:45, a ver si no me van a dejar subir porque es tarde, voy al mostrador de la línea aérea y ahí no hay ni dios (mosqueo mexiñol), pregunto a un tío de otra aerolínea y me dice que es que los de esa compañía llegan mas tarde porque no tienen vuelos, ???????, perame, perame, mira, aquí tengo mi pase de abordar que dice a las nuev… bueno, 9:55 (coño, ya no son las nueve sino casi una hora mas) de todos modos ya deberían estar aquí… en fin, voy al módulo de información del aeropuerto, le pregunto al tío que a ver cuál es el mostrador de mi línea aérea y me confirma que es en el que yo fui, le pregunto por mi vuelo y el tío no tiene NPI. Cagon tó lo que se menea, que coño pasa aquí, ya me han abducido los estraterréstricos esos o donde cojones está la puta cámara escondida, miro el pase de abordar, 9:55…, la fecha… si, es para este día. En eso veo a un tío de la línea aérea con la que viajo que justo se dirige al mostrador y que me lanzo para allá. Oiga joven (aquí se les dice joven aunque tengan 95 años) mi vuelo???... No señor, para Monterrey no hay vuelos en la mañana… ??????? ¡Cómo cojones no!, si aquí tengo mi pase de abordar… a ver señor permítame revisarlo….. efectivamente señor, su vuelo sale a las 9:55, pero PM… PUUUTAAA MAAADREEE, Mecagüennn la secretaria, en la madre que la parió, en su abuela y en 45 generaciones suyas; como ella me dijo en la mañana, en ningún momento me fijé en las putas letritas esas de PM. Y ahora qué co-jo-nes hago yo hasta las 10 de la noche en el puto aeropuerto, ya entregué el coche, no tengo dinero para pagar el taxi para volver a Mérida, y en dado caso me cobra 200 pesos (12 euros) na mas pa llevarme al centro, cosa que no estoy dispuesto a pagar, además de la paliza de tener que andar a vueltas con el equipaje allá donde vaya porque en el aeropuerto no cuentan con taquillas para poderlo dejar. Pues nada, ahí me sentía yo como el tom jans ese en la película de la terminal, ya hasta empecé a hacer amistad con el tío que lleva las maletas y el que limpia el suelo se cagó en mi padre por pisarle donde acababa de pasar la fregona (lo que nunca apareció fue la tía buenorra pa invitarla a un polv... a cenar).
Total que pillé una esquina en el aeropuerto y me puse a escribiros la historia de mis peripecias en el güor para luego pasarla al rincón, por eso me está quedando tan larga (la historia malpensaos), tan llena de detalles y espero no haberos aburrido. Si llego a haberlo sabido hubiera planeado mi tour turístico de manera diferente; me hubiera quedado el sábado en Mérida a visitar la pirámide de diz… zilmin… sisi… como cojones se llame,
para irme después a la playa; y en la mañana del domingo hubiera salido a chichi-enpichá a primera hora para luego visitar pucela y volver a Mérida a la hora de comer o un poco después con la intención de estar en el aeropuerto a las 5 la tarde o así.Un par de detalles finales que quiero destacar es por un lado el clima, calor no es que haga mucho, o por lo menos no más que en Monterrey, pues andábamos alrededor de 35 grados todos los días, el asunto es la tremenda humedad que hay, creo que pocas veces he sudado tanto como el día que paseé por chichi-enpichá (aunque habiendo chichí en picha, lo de sudar es natural), y eso que el calor no lo sentía pesao, pero vamos, los otros guiris que andaban estaban bañados en sudor. Otro punto que quiero destacar y que llama la atención es la cantidad de gente local que ves hablando en Maya, el idioma al escucharlo parece una mezcla entre euskera, griego y ruso, así que me río de mi prima que me dice que anda estudiando euskera y que se le hace más difícil que el recopón. Y también quiero destacar que las mujeres muchas veces van vestidas con sus trajes típicos regionales, vamos, es como si una sevillana se fuera a trabajar a la oficina con su traje rojo de topos blancos y su peineta.
En fin, esta es la historia del mexiñol y su paseo por Mérida (en México) si os he aburrido me decís para ya no contaros mas peripecias similares o por lo menos no con tanto detalle, y pal que quiera ver las fotos de mi viaje, aquí os pongo el enlace (a ver si se ven) para que las disfrutéis, a casi todas les puse una etiqueta con una breve descripción.
En resumen, que lo de Chichen Itza es algo acojonante, el ver esas edificaciones y como debieron pasarlas putas para hacerlas además de la historia que encierran, acojonante es también el pillar un mapa y verlo lleno de pequeñas pirámides, lo que quiere decir que te tardarías un par de años en ver todas las zonas arqueológicas de la región. Tanto Mérida como Valladolid son ciudades realmente bonitas y muy limpias, la playa de Progreso es una lástima que no la pude ver en el día, pero en la noche tenía un ambiente cojonudo para salir de marcha y poder ligar. El bañarse en un cenote o incluso bucear en alguno es algo que no puedes dejar de hacer cuando andes por estas tierras, Si venís pa Yucatán, alquilaros un coche con GPS y unas buenas guías, y dejaros de tours ni gaitas de esas.