El caso es que en casa del mexiñol hay un tinaco que empezó a tirar agua en las noches, cuando hay mas presión en las tuberías. Y como el asunto no está para andar tirando el agua... o mas bien, no me apetece que el agua llegue fría pero el recibo hirviendo, me lié la manta a la cabeza, y aunque no soy experto fontanero (ni aficionado tampoco), me subí al techo de casa para intentar arreglarlo.
Al destapar el tinaco lo primero que vi fue el fondo de este con un montón de tierra, que mas que tierra parecía eso una cosa rara (ver imagen),
con lo que confirmo mi creencia de que el agua del grifo la beberá Rita la cantaora. Así que ya puestos, me dije a mi mismo, -Mexiñol, aprovecha para limpiarlo-.Para ello, lo primero es vaciarlo, pero me jodía el tirar los 600 litros de capacidad que tiene; así que por un par de semanas estuve intercambiando entre usar el agua del tinaco para lavar el coche, fregar el suelo o regar el megasuper jardín de 1 metro cuadrado y cuatro macetas, (eso si, con abundante agua para que se gaste), y después usar la de la red de la ciudad para bañarme y otras actividades cotidianas; mientras tanto, aproveché para comprar las piezas necesarias para arreglar el tinaco.
Lo de arreglar el tinaco fue relativamente fácil, el sistema es el mismo que el que usa la cisterna del baño pero en grande, así que con cambiar un par de piezas asunto arreglao. Lo que se complicó es lo de limpiar el tinaco, mas que nada porque, por un lado no se vacía del todo, se queda algo de agua al fondo que no alcanza a salir, así que hay que darle la vuelta para vaciarlo; y por otro que como la suciedad está en el fondo (lógicamente),
hay que meterse dentro para limpiarlo; y es que no estamos hablando de un cubo de playa, que a pesar de que no soy jugador de la NBA (Negros Bastante Altos) ni descendiente de los pitufos, este cacharro me llega casi al hombro. Además que el enfermo parece internado de la UVI, le llegan tubos por todos laos, tubos que primero hay que soltar para poderle dar la vuelta, vaciarlo, y limpiarlo. Total, que como soy un manazas, a la hora de ir soltando tubos, rompí el que sale del techo de la casa y conecta con el que sube, justo debajo de la conexión que se ve en el extremo inferior izquierdo de la foto. Y es que al intentar quitarlo, como que el tubo que sube es muy largo, hizo palanca y zas, a tomar por cleta la bicitubo.
Para arreglarlo se me ocurrió intentar soldarlo con un soldador casero y estaño, pero después de varios intentos me percaté que si le hubiera puesto moco habría pegao mejor. La operación, como bien supondréis, duró varios fines de semana. Así que en eso andaba cuando por azares de murfy me enteré que el estaño es
cancerígeno en el agua, y como no tengo ganas de que me salga un tercer testículo, mejor cambié de estrategia. Al final le puse plastiloka, que pal que no lo conozca es una especie de pegamento que parece plastilina, viene en dos barritas que al mezclarlas forman una pasta que en unas pocas horas se pone mas dura quel pito un semental. Según me comentaron varios expertos, eso no iba a funcionar, que lo correcto era lo del estaño, pero mira, como de costumbre a mi las cosas me funciona al revés. Ya arreglado el desperfecto, continuamos con la limpieza del tinaco. Una vez que estaba desmontado completamente y el techo lleno de piezas que parecía que estaba yo armando un armario del Ikea, el siguiente paso era terminar de vaciarlo de agua. Así que lo puse
de cabeza para sacarle hasta la última gota de su sangr... digoo de agua, y porque es mu grande que si no, hasta escurrirlo me daban ganas de hacer. Ya estando vacío le pegué unos manguerazos al fondo para despegar la tierra, y otra vez de cabeza para vaciarlo, así varias veces. Pero de todos modos se veía algo de sarro subversivo que se aferraba al fondo, así que contra mi voluntad, no me quedó mas remedio que meterme para frotarle y que quede como la patena; y ahí que va el mexiñol p´adentro el tinaco.
Una vez metido, estuve frotando el fondo del tinaco y las paredes, donde se sentía una
especie de arenilla pegada que al pasar el cepillo se quitaba. Como estaba tan distraído en la tarea, de repente noté como que el mundo empezaba a girar mas rápido de la cuenta. ¡Me-ca-güen tal!, el tinaco se estaba rodando, ya me veía yo volando dos pisos p´abajo desde el techo; menos mal que sin llamar a jiuston pude controlar el Apolo 13 de los cojones antes de que saldría volando fuera de su órbita. Al final no giró mas de media vuelta, pero entre el susto, y el esfuerzo por controlarlo, se me salió un sonoro cuesco; La madre que me parió, con la humedad que había dentro el tinaco, y que ese día hacía un poco de calor (unos 30 grados), se formó una nube al interior del esputnik que hasta bizco me quedé chaval. No me vomité porque sabía que luego iba a tener que limpiar otra vez tol asunto pero mas a fondo. Que peste poddio, no se que cojona había comido el día anterior pero debía estar echao a perder, o como dice un colega, si así hueles de vivo, a ver quien coño te lleva a enterrar. Total, que después de esa experiencia apoteósica dije, a tomar por saco, que se quede a medio limpiar. Dejé que pase una media hora para que se oree de la peste que había manufactuado, le saqué el sarro que estaba suelto con un par de manguerazos adicionales, le eché un par de pastillas de esas de cloro y lo armé lo mejor que pude. Parece que quedó bien el asunto, porque varios días después me he subido y no se le ven fugas por ningún lado.
Eso si, desde
que me cambié a esta casa no lo había lavado nunca (hace unos 6-7 años de ello), y aunque según un pegote en el propio tinaco que dice se debe lavar cada tres meses, creo que ante enfrentarme a otra odisea en el espacio como la anterior, la próxima lavada de tinaco ocurrirá dentro de 2001 años. Me conformaré con vaciarlo cada tres o cuatro meses usando su agua para lavar el coche, y cuando haya cortes de agua, usaré la del esputnik para lo mas indispensable como es tirar de la cadena y poco mas.
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