Guadalajara, Jal. Representantes de las organizaciones protectoras de animales PetHelp, Fundación Patitas de Ayuda, ODES (Organización de Desarrollo Social de Guadalajara), Pedigree y especialistas en Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, hicieron un llamado para generar conciencia entre la población sobre la importancia de fomentar una cultura de bienestar animal, en donde la educación y la adopción son estrategias fundamentales para disminuir gradualmente la cantidad de perros sin dueño que deambulan por las calles.De acuerdo con estimaciones de las organizaciones, se estima que en la zona metropolitana de Guadalajara existen 350 mil perros en situación de calle, muchos de los cuales han sido abandonados por sus dueños, lo que repercute en problemas de seguridad y salud pública generados por agresiones, depósitos de heces fecales en la vía pública y enfermedades transmitibles al humano que nos afectan a todos como sociedad.Maricarmen Portilla, Gloria Zepeda y Marissa Magaña, directivas de las tres organizaciones respectivamente, expresaron que “afortunadamente muchas personas están sensibilizándose y mostrando interés sobre el cuidado de los animales, pero todavía hay mucho trabajo que hacer”. En este sentido, para este año tienen planeado incrementar un diez por ciento el número de adopciones, promover y apoyar las campañas de esterilización como medio efectivo para controlar la sobrepoblación de manera humanitaria y visitar mensualmente al menos una escuela primaria para dar pláticas informativas sobre el cuidado responsable de los perros”.

Más de un 20 por ciento consideran a sus perros como hijosNo obstante, en nuestra opinión el término mascota, quizá ya no sea una definición tan adecuada para referirnos a estos animales, pues de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, la definición de mascota, es una persona, animal u cosa que sirve de talismán, es decir, de buena suerte, pero los perros son más que un amuleto. Por esta razón, el término más adecuado es el de animal de compañía: un integrante más del entorno familiar con todo lo que esto conlleva. Si empezamos a analizar un poco esta situación, podemos decir, que en nuestro país, aproximadamente el 80 por ciento de las familias cuentan con un animal de compañía, donde básicamente, aproximadamente el 45 por ciento de estos lo constituyen los perros, y aproximadamente, un 13 por ciento los gatos, las aves juegan un factor muy importante, un 20 por ciento, y un 28 por ciento de las familias no tiene animales. De tal manera, que a nivel nacional, se estima (pues no se cuenta con un censo, que ha profundidad permita ver la cantidad exacta), que hay en el país 18 millones de animales con dueño En un estudio se puede apreciar que el 22 por ciento de las familias, adoptan o tienen un animalito en casa porque le encuentran una función en específico, pero el 78 por ciento contestó en dicho estudio que ellos lo tienen por una cuestión de estrecho contacto, de un lazo emocional muy fuerte; incluso, el estudió, subrayó un hecho muy importante: literalmente dijeron que consideran a sus animales de compañía como a un hijo (más de un 20 por ciento); en algunos casos dijeron que no querían tener ,hijos, pero sí, perros, por ejemplo, y que obviamente les pusieron esta etiqueta. Es un dato verdaderamente importante porque la comunidad de alguna manera entiende los beneficios que se obtiene teniendo un animal. Sin embargo, la información que fluye en este sentido, en muchas ocasiones, no es la adecuada, ya que aún se ven casos de abandono. Con este dato, un perro defeca 300 gramos y orina en promedio, medio litro diariamente Esquivel Lacroix mencionó que el 80 por ciento de las personas adquieren un animalito por un impulso. Es decir, consideran que sigue siendo el regalo ideal. El tiempo de permanencia de estos animalitos en muchos hogares es tan sólo de tres meses. Esto se debe porque se carece precisamente de esa información para saber a ciencia cierta, lo que es tener un animalito en casa, pero no solamente tenerlo en casa, sino de integrarlo dentro del entorno familiar, es decir, convertirlo en un miembro más de la familia, con los hábitos de descanso y de alimentación, en otras palabras, todo lo que gira en torno a la familia. En la actualidad, la familia mexicana trabaja todo el día, los niños estudian, y es ahí donde una adopción de un animal de compañía permite abrir la puerta, para enseñar a todos los miembros, lo que significa tener este animalito y cómo tener una bonita relación con él y evitar que éstos vayan a la calle. Si estos animalitos van a dar a la calle, la sociedad va a tener varios impactos negativos, el primero de ellos es el de materia de salud pública, en enfermedades llamadas zoonóticas, que son transmitidas de los animales a los seres humanos. Obviamente, el perro, como un mamífero más puede ser vector de algunas de estas enfermedades. La enfermedad que más llama la atención es la rabia, entre muchas otras. También se puede encontrar los ataques a los humanos, es decir, un impacto en materia de seguridad, algo que se tiene que ser muy contemplado y, sobre todo, en población clasificada como vulnerable: niños, adultos mayores o personas con capacidades diferentes. Por supuesto, la contaminación ambiental, otro de los elementos que Pedigree debe de considerar: el excremento que se arroja a la vía pública. En promedio, un perro defeca 300 gramos y orina en promedio, medio litro. Así es que sin tener el número preciso de cuántos perros hay en la vía pública, hay que multiplicar los gramos por el número que quieran, pues cuando el excremento se deseca bajo las condiciones ambientales, por lo tanto, es parte del aire que todos respiramos, presentando un riesgo, por supuesto de generadores de enfermedad.
Perros de dueños irresponsables

Por: Héctor Medina Varalta
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