Y para que no tenga frío, ¡Que se abrigue, Coño!. En su tiempo dejé bien en claro que soy muy crítico con la buenas voluntades hipócritas de los grandes corporativos y televisoras, como cuando os comenté respecto al teletón o lo del redondeo. En este caso vamos a despedazar un programa orquestado por una de las principales televisoras locales de la ciudad, programa este que se llama ¡Que Monterrey no tenga frío!.
Como ya he comentado en otras ocasiones, en Monterrey no es que sea muy común el que haga frío, a nuestros vecinos del norte les llegan borrascas que arrasa todos y cada uno de los Estados juntitos, mismos que se juntan mas para mitigar el frió. La cosa es que de repente los gringos se dejan la puerta abierta, y si sólo es un resquicio, el termómetro se nos pone por debajo de los diez grados centígrados, que a nosotros nos dejan tiesos. Aunque lo peor es que de repente abren la puerta del todo y no veas, puede llegar unos fríos donde nos pega hasta los 4 ó 5 bajo cero.
Cuando eso sucede, en los noticieros nos van advirtiendo sobre todas las medidas que debemos tomar para evitar meternos en problemas, entre ellas, la de abrigarse. Y como no estamos acostumbrados, tampoco estamos preparados para esas temperaturas, las casas con eso de estar construidas con blocks, son frías de cojones, los calentadores son muy ineficientes y entre mas pobre se es, peor se pasa con el frió.
A raíz de ello, una de las televisoras locales se inventó esto de "que Monterrey no tenga frío". La idea principal es que la gente que tiene un poco mas de pasta, regale mantas para los mas pobres. Pero como tampoco se trata de que tú vallas a una barriada pobre a llevar un par de mantas (porque al final saldrías sin mantas y sin bragas), lo que hace la televisora es pedir a través de sus noticieros que la gente lleve a ciertos puntos de la ciudad las mantas que serán regaladas. Posteriormente, estas mantas son repartidas entre la gente mas pobre, los de la tele se van a las colonias mas jodidas de la ciudad (o pueblicos de los alrededores) y las regalan a diestra y siniestra.
Para apoyar a este plan (no se si consciente o inconscientemente) los supermercados suelen vender unas mantas bastante baratitas, que a mi me da que están echas a base de pelotillas ombligueras, porque abrigan menos que el envoltorio un chupachús. Las mantas estas suelen costar unos cien pesos (unos 6 euretes) y tienen el tamaño de una cama individual. Hasta aquí todo muy bonito y muy funcional, ahora explicaré la parte que no me gusta.
En este caso no veo yo evasión de impuestos ni abuso por parte de quien promueve la campaña, me parece una campaña muy buena pero mal planeada. Aunque a veces algunos políticos se cuelgan de este programa para salir en la foto regalando mantas como que son personas la mar de campechanas.
Lo primero que me pregunto es, ¿Qué cojones hace la gente que recibe las mantas?, porque al año siguiente vuelven a pedir mantas, ¡Qué pasa!, ¿Que cuando termina el frío, las tiran a la basura o que?. Yo compré la manta que me cubre en invierno hace mas de 10 años, ya que pasa el invierno, la meto a la lavadora para quitarle el aroma a pedo, y la guardo cuidadosamente en una bolsa de plástico para evitar que le entren animales. Cuando nuevamente llega el frío la vuelvo a lavar y a ponerla encima la cama, pero esta gente van a mendigar otra manta y listos.
Otra cosa que no me gusta es que parece como que la gente abusa, porque ves en la tele como están unos tíos repartiendo mantas y chaval, se parece eso un huevo a las imágenes donde los soldados andan lanzando comida desde los camiones en los campos de refugiados de Aquinostán. La gente hace fila para recibir la manta, y nunca falta la típica maruja que dice, no, a mi dame tres, con cara de "te estoy dando por culo pillandome tres mantas y el que venga por detrás que arree". ¡No me jodas!, ponte a trabajar y cómprate una, que esas mantas valen 100 cochinos pesos.
Hombre, luego te da como cosa cuando ves que se acercan los tíos a una viejilla que está en la puerta de su tejaban y le dan una manta, que dices tú, ¡Coño!, dale dos que la pobre mujer no se calienta ni a pedos.
En fin, un buen programa con buenas intenciones pero creo yo que mal ejecutado. Creo que deberían ser un poco mas selectivos a la hora de regalar las mantas, aunque se que es difícil, porque tampoco te vas a poner a hacer todo un estudio socioeconómico para regalar una puñetera manta de 6 euros, desconozco cual sería la solución, pero alguien con mas inteligencia que yo debería buscarla.