Revuelta veraniega en 1381

A fines del siglo XIV entraba en franca decadencia el sistema feudal en Europa, o bien ya empezaba a verse lo que más tarde sería la llamada Era Moderna. En la península ibérica, el Reino de Castilla ganaba terreno frente a los musulmanes, en contraste al Imperio bizantino que se debilitaba cada vez más al Oriente del Mediterráneo; las Cruzadas y el azote de la peste negra habían trastornado la forma de pensar de los europeos, cuyo mundo ya no se reducía solo al reino o cultura en que vivían.
En Inglaterra, la pesta negra había debilitado al país, sin dejar de mencionar la crisis política ante la juventud del nuevo rey Ricardo II, las derrotas en territorios ingleses continentales (en la actual Francia), la agitación religiosa por la reforma religiosa de Juan Wyclif, y desde luego los pesados impuestos a los campesinos.
Esto último, causó el descontento entre la población, pues anteriormente el Parlamento solo había decretado una ley en favor de ciertos trabajadores, exceptuando campesinos y artesanos quienes se exponían a ser multados o retenidos. De tal forma que en mayo de 1381 se inició una revuelta campesina en los condados de Essex, Kent, Brentwood y Fobbing, al este del Reino de Inglaterra.
En junio, Wat Tyler lideró a los campesinos rebeldes de Kent rumbó a Londres. Se dice que un religioso lolardo (seguidor de Wyclif) alentaba a los rebeldes pregonaba "Cuando Adán cavaba y Eva hilaba, ¿quién era caballero?" En el camino sólo hubo ataques sistemáticos sobre determinadas propiedades, muchas de ellas asociadas con el duque de Lancaster y la Orden de Malta u Hospitalaria, y una vez en Londres atacaron la famosa Torre, donde ejecutaron a los que ahí encontraron. Supuestamente habrían obtenido una audiencia con la Corona, así como la abolición de la servidumbre feudal.
Días después se organizaron nuevas negociaciones con el rey, pero en esta ocasión la reunión no salió según lo planeado, pues cuando Tyler se adelantaba para hablar con el monarca y sus funcionarios; al sacar su daga, el séquito del rey lo hirió hasta matarlo. Se dice que el rey, para calmar a los rebeldes, alborotados ante tal escena les dijo: "Ustedes no deberán tener capitán alguno, excepto yo". Luego les prometió cumplir sus demandas, si estos regresaban a los campos.
Sin embargo, la revuelta terminó siendo un fracaso para sus demandas originales, porque una vez desarmados los campesinos, el rey Ricardo II rompió su promesa, persiguió y ejecutó a los demás líderes rebeldes. En lo que sí triunfó, fue al demostrar a la nobleza inglesa que los campesinos no estaban satisfechos y que eran capaces de causar estragos a los ricos, la eventual debilidad del feudalismo; y a la larga ayudó a formar una tradición radical en la futura política británica.

Aunque militarmente fue un fracaso, este evento histórico es uno de los mejor documentados de la Edad Media inglesa, de hecho ha sido inspiración para el joven historiador británico (y editor de la revista Men's Health y otras publicaciones en Reino Unido) Dan Jones, al escribir su primer libro titulado Verano de sangre: la Revuelta de campesinos de 1381 (en inglés: Summer of Blood: The Peasants' Revolt of 1381), una buena narrativa acerca de este significativo acontecimiento.