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- Se presentará en el Teatro Legaria el próximo 7 de agosto, a las 19:00 horas. La segunda función será el domingo 8 de agosto, a las 18:00.
- Ricardo Rubio es uno de los grandes artistas del arte flamenco; como pocos, ha logrado fundir sus capacidades como el maravilloso intérprete que es con una constante reflexión sobre el lenguaje con el que trabaja como coreógrafo, llevándolo a fusiones que no sólo revitalizan el género, sino que emplean en su factura todos los recursos de la escena.
En un cuarto de revelado, dos personajes aparecen en diferente tiempo: Ella, en un futuro donde ya se ha terminado el amor que vivió, y la foto, rastro de ese momento y símbolo de su relación, está rota. Él, en un pasado donde ellos se preparan para encontrarse, foto no revelada aún, negativo de la memoria. Ambos personajes tendrán que hacer un viaje por el tiempo para descubrir que el valor de su relación ha quedado plasmado en pequeños instantes.
Esta historia es la que cuenta La foto. Máquina para hacer feliz a una lágrima, que la compañía Ricardo Rubio Danza Flamenca estrenará en el Teatro Legaria el próximo 7 de agosto, a las 19:00 horas. Esta hermosa coreografía se presentará en dos funciones únicas, la segunda será el domingo 8 del mismo mes, a las 18:00.
El foro ubicado en Calzada Legaria esquina Glorieta Allende, colonia. Pensil, (espacio que actualmente tiene en comodato la compañía UX Onodanza, que dirige Raúl Parrao, beneficiada con el programa Teatros para la Comunidad Teatral del FONCA-IMSS) se abre nuevamente a la danza flamenca, dentro de su ciclo “La danza y sus formas”.
Ricardo Rubio es uno de los grandes artistas del arte flamenco, como pocos ha logrado fundir sus capacidades como el maravilloso intérprete que es con una constante reflexión sobre el lenguaje con el que trabaja como coreógrafo, llevándolo a fusiones que no sólo revitalizan el género, sino que emplean en su factura todos los recursos del teatro y una constante exploración por las artes que lo conforman.
“Mi lenguaje dancístico es el flamenco, pero siempre he sentido una fuerte inclinación hacia el uso de los elementos teatrales, en este caso es un trabajo que aborda la biografía visual que todos poseemos, donde el pasado se vuelve promesa de futuros”, explica el coreógrafo Ricardo Rubio.
La Compañía Ricardo Rubio Danza Flamenca, integrada por 12 artistas mexicanos (2 artistas visuales, 1 músico electrónico, 7 músicos flamencos y 2 bailaores), presenta su obra LA FOTO, proyecto escénico interdisciplinario donde la danza, la música y las artes visuales, como la fotografía, pretenden brindar una perspectiva del valor del instante; cómo guardamos nuestros diferentes tiempos, nuestra historia, en nuestro espacio fundamental que es el cuerpo.
LA FOTO es la traducción de la forma en que la danza retrata el instante. Obra basada en experiencias personales, recuerdos simbólicos que tiene el ser humano.
LA FOTO retrata lo deseado más que lo sucedido; el baile se pone para la foto como el ritual que hacemos para prolongar los instantes y dar fe de lo vivido y lo muerto en una danza.
Desde hace tiempo, el flamenco ha dejado de ser tan sólo un espectáculo folclórico o de tablao, “que a partir de este género se formulen propuestas escénicas es sumamente importante –afirma Ricardo Rubio--, pues es una manera de revitalizarlo y vincularlo con formas y temas contemporáneos”.
De esta manera, la propuesta del bailarín formado por Manolo Vargas y Patricia Linares se caracteriza por ser una danza flamenca que descansa en una dramaturgia y elementos teatrales; muestra, en suma, un trabajo ejemplar donde la compañía construye instantes de gran belleza, que apelan a los sentidos del espectador y su memoria emotiva.
De Ricardo Rubio ha señalado la escritora Mónica López Velarde Estrada: “Él es en el escenario un homenaje a lo aprendido, a lo visto, sentido y tratado de decir. Memoria de aprendizajes en nuestro país y en el extranjero; de ensayos y puestas en acto en innumerables funciones, festivales y recitales. Compás en el cuerpo, soniquete en el alma. Pareciera que a este singular bailaor de flamenco la música le moldea el cuerpo, le inscribe un relato coreográfico intenso en el torso, caderas, piernas, brazos y manos, lo hace surgir desde la hondura del sentimiento milenario y sabio del arte flamenco con cincel de tacones poderosos.
Ricardo Rubio en Jerez de la Frontera estudió con los bailaores: Javier Latorre, José Granero, José Antonio, Manolete, además de tomar clases magistrales con: Manolo Marín, Matilde Coral y Victoria Eugenia.
En Madrid perfecciona su técnica en los estudios de Amor de Dios, tomando clases con los bailaores: Ciro, Cristóbal Reyes en el campo del flamenco y en el área de clásico español con el maestro Julio Príncipe. Posteriormente con Manolete, La Tati y Angelita Gomes.
“Rubio –explica Mónica López Velarde-- es en danza código de una manera de vivir en el mundo como artista y la forma de sostenerlo con el movimiento, la sabiduría y la imaginación del cuerpo. Cada una de sus producciones, -como director o intérprete- son una iniciación al arte a través de una misma fórmula expresiva: la coreografía de la pasión.”
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