Revista América Latina

Se me hizo facil

Por Mexinol
En general la gente en México es buena, son personas que dan todo a los demás, son capaces de quitarse el pan de la boca para dártelo (ya todo lleno de babas es cuestión tuya si lo aceptas o no). Pero con una población cercana a los 110 millones de habitantes, también hay mucho joputa suelto, y no hablo de que sus madres se dediquen a la mala vida... o a la buena, depende del punto de vista, sino que hablo de personas que abusan de la buena fe del resto de la gente.
Es por ello que algunos pseudoprofesionales como mecánicos, técnicos reparadores de alguna cosa, o cualquier persona que habitualmente presta un servicio a otra persona. Muchas veces con tal de ahorrarse ellos unos pesos, arreglan lo que tienen que arreglar de mala manera o con piezas defectuosas, vamos, algo así como un "tente mientras cobro", o en ocasiones ni siquiera le hacen nada y de todos modos te cobran.
También tienes al empleadillo de Pelotillas Ombligueras que saca de la empresa un poco de algodón a escondidas, o incluso se aventura a sacar pelotillas ombligueras ya terminadas para llevárselas a su casa y venderlas como algodón usado, por el que le darán 1 peso aunque en realidad valgan a 200 pesos cada pelotilla (es que son de la mas alta calidad mundial).
Todo esto me diréis que también se da en otros países, que cual es la novedad. El detalle es que ese no es el punto que quería tratar, ya sabéis que para contaros cualquier cosa siempre me enrollo como rollete de verano... o era de primavera... en fin, que me voy por los cerros de Úbeda.
Ahora pongamos que a cualquiera de los individuos anteriores lo pillan en curva, pongamos por ejemplo al empleadillo, que al tío van y le pillan con las manos en las pelotillas. Claro, el guardia jurao lo detiene y lo manda directo para recursos humanos con el cuerpo del delito en la mano, es decir, con las pelotillas en la mano.
El de recursos inhumanos claro, le arranca las pelotillas y le levanta su... expediente, para después ponerlo de patitas en la calle sin derecho a indemnización. Entre la conversación con el empleado pillado por las pelotillas es común que salga la pregunta - ¿Por qué lo hiciste? -. Y la respuesta invariablemente suele ser - Se me hizo fácil –.
Lo anterior sucede a todos los niveles, tanto el empleadillo que se roba material de la planta, como el mecánico al que le reclamas porque a los doscientos metros de salir del garaje se te calló el tubo de escape. También el ratero que pilla la policía por robarse unas enaguas en el supermercao al ser interrogado sale con su respuesta -Se me hizo fácil- . Incluso ya mas a mas alta escala, el caso de los secuestros, narcotraficantes, políticos o policías corruptos cuenten la misma historia, "se les hizo fácil".
Este famoso “se me hizo fácil” siempre va acompañado con una cara de arrepentimiento, pero no es arrepentimiento por la acción cometida. Esa combinación de cara mas "se me hizo fácil" a mi lo que me dan a entender es que el capullo (o capulla, que luego salen los o las de la igualdad de género) no se arrepienten de la acción, sino que lo que se arrepienten es de que los hayan pillao. Vamos, que la próxima vez lo volverán a hacer, pero tendrán mas cuidao para que no los pillen.

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