Lo de cruzarse con un gato negro, pasar por debajo una escalera, romper un espejo o abrir un paraguas dentro de casa es igualmente considerado de mala suerte por estas tierras. Lo mismo pasa con el Martes y trece... no, el dueto de humoristas no, la fecha del mes, que se piensa que en cuando confluyen en el mismo día entonces tienen que pasar todas las calamidades del mundo, aunque en México tenemos la ventaja con la influencia gringolesa a todo volumen, de mirarle al viernes 13 de reojo, así que puede decirse que contamos con dos ocasiones para tener buenas excusas de porque las cosas no salen como lo planeamos.
Una de las primeras supersticiones que llamaron mi atención era el ver a señoras que con prominentes barrigas, portan un imperdible puesto a la altura del ombligo. Después de una exhaustiva investigación al estilo torrenteñol, me dijeron que la creencia es que cuando hay un eclipse de luna, esta ejerce un influjo negativo sobre los niños no nacidos, pudiéndoles provocar “mal de ojo”. Para evitar esto, se debía poner un imperdible (mejor conocido en México como "incaible") en la ropa interior de la embarazada, este "incaible" absorberá estos influjos negativos protegiendo a la criatura.
El asunto es que los eclipses de luna suelen pasar desapercibidos, y cuando son parciales pueden equivocarse con alguna de las fases lunares, por ello se decidió mejor ponerse el "incaible" de manera permanente en las braguitas (menos mal que las embarazadas no usan tanga, porque ya me dirás donde ponen el imperdible). Posteriormente se pensó que si el "incaible" se pone al exterior de la ropa, este puede incrementar la protección. Así que a partir de ahí, cuando veas a una señora gorda con un imperdible en la tripa, es que está embarazada. Y claro, la iglesia católica hay veces que lucha contracorriente y otras que se deja llevar, así que es común que algunas señoras se pongan un “incaible” sujetando una imagen de la virgensita de Guardalupe.
Al oír lo del “mal de ojo”, uno pensaría que hace falta una bruja especial con muy mala leche para que a través de unos pases mágicos, y una poción que incluya pelo de culo de rata tuerta y el cuerno de un unicornio nacido en año bisiesto, ejerza su influjo sobre una persona en especial. Pues tengo que deciros que para echarte el mal de ojo o, como dicen por estas tierras, “hacerte ojo”, no es necesario nada de eso. La creencia dice que cualquiera puede “hacerte ojo” con el simple hecho de mirarte, incluso de manera involuntaria. Pero sobre todo el mal de ojo suele suceder cuando alguien te halaga, porque la envidia es mala y corrompe todo lo que ve, por ello suelen decir que hay personas que tienen la “mirada pesada” y te “harán ojo” con mayor facilidad. Para evitar esto, cuando una persona dice por ejemplo que un niño es bonito o simpático, el que dijo el halago debe tocarlo para no hacerle ojo, o cuando alguien halaga el pelo de una chica, igualmente hay que tocárselo para evitar hacerle ojo y que no se le caiga o maltrate… mmm… creo que la próxima vez que vea a una chica voy a halagarle el pelo del choch… estooo sigamos.
Cuando en España dices que alguien es muy salado, te refieres a que tiene mucha gracia, que es simpático. En México el ser salado es sinónimo de ser un gafe, vamos, que es de esas veces que piensas que ya sólo falta que te mee un perro mientras un pájaro te caga la calva. Así pues, cuando alguien te dice que tengas cuidao no te vaya a atropellar un tren, algunos te dirán "no me eches la sal", con la creencia de que al decir una cosa mala deseando que no suceda, esta puede pasar (joder que trabalenguas). Otros hablan de que no quieren contar el proyecto que tienen entre manos "para que no se me sale", es decir, que si te cuentan lo que están pensando hacer, es probable que salga mal. Por ello, es costumbre que cuando estás en la mesa y le pides el salero a otra persona, no debes tomarlo de la mano de esa persona, ya que te estará “pasando la sal", lo que se debe hacer es poner el salero sobre la mesa cercano a la otra persona para que ella lo alcance.
Si ya alguien está muy "salado" o le “hicieron ojo", la solución es "darse una barrida". cuando lo oí por primera vez, pensé que se refería a que me iban a pasar una escoba de la cabeza a los pies, pero no, se trata de que te hagan mediante unos pases mágicos y unos rezos extraños, una "barrida" o "limpia" para eliminar el mal de ojo. Las
barridas puedes ir a que te las hagan unas curanderas expertas en la materia, que se anunciarán por todos lados mediante volantes, folletos, o en periódicos y revistas.Ahora que si no quieres gastar, también está la opción de hacerla en casa, esta barrida se hace con un huevo... no, con mucho de algo no; con un huevo, de los blancos de gallina que luego echas al sartén. De preferencia la persona receptora de la barrida debe estar dormida, para que sea mas efectiva la "limpia". La barrida es una mezcla entre rito católico y pagano, porque, según me han dicho, se hacen varias cruces católicas sobre la persona dormida mientras se le reza el padrevuestro, avremaría o cosa similar, además de algunas otras oraciones. Al terminar la limpia, el huevo debe abrirse y ponerse en un tazón debajo de la cama del receptor de la limpia, para que en el transcurso de la noche absorba todos los maleficios, envidias y malas leches. A la mañana siguiente, posterior a que el “barrido” se levante, se debe quitar el huevo y revisarlo, este tendrá la forma de un ojo humano, así un poco como alargado en plan ojo chino pero sin llegar a la exageración, con la clara un poco blancuzca y la yema en el centro, lo que nos indicará que la limpia ha surtido efecto (con el calor que hace por estas tierras lo que me extraña es que no salga un pollo de una vez).
Y como buena sociedad machista que es la mexicana, suele decirse que el besar a un homosexual, o el beso entre hombres, trae siete años de "salazón", la cual consistirá en que no besarás a ninguna mujer durante los siete años. Esta por si acaso sí la sigo.
En fin, yo no creo en estas chorradas, pero después de un fuerte accidente de coche que tuve hace unos años con varias vueltas de campana y toa la cosa, se me quedó el cuerpo como desganao, así que en la noche, sin mi autorización, me hicieron una limpia, y en la mañana me levanté con nuevos ánimos y menos susto en el cuerpo. Como dice mi primo, las meigas no existen, pero haberlas…
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