Revista América Latina

Tu humilde casa

Por Mexinol
Mas de un gachupín, al llegar a casa de algún colega hemos oído la frase "sienteté como si estuvieras en tu casa". Todos sabemos que es un formalismo por si quieres ir al váter o tomar un vaso de agua, jamás se te ocurriría meterte a una de las habitaciones y rebuscar en los armarios como si realmente estuvieras en tu propia casa. Tranquilos, que en México la gente tampoco se toma esas libertades ante este formalismo, sin embargo el formalismo, aunque tiene el mismo fondo, se maneja con distinta forma.
En México es muy habitual que la gente te diga "mi casa es tu casa" para expresar el mismo formalismo que comentábamos antes. También es muy común que al llegar de visita a alguna casa, al momento de entrar te suelten un "pásale, estás en tu casa".
Sin embargo hay una curiosidad que aun hoy a veces hace que me haga cortocircuito el cerebro (de por sí ya cortocircuitado de nacimiento). Estando con alguna persona charlando de asuntos triviales, cada uno cuenta sus historias, y de repente tu interlocutor, para poner en contexto el asunto, te suelta un "el otro día, estando yo en tu humilde casa..."; y vas tú y te mosqueas, porque para empezar vale que la casa sea un cuchitril, pero tanto como para que este gilipollas venga y me diga que si mi casa es humilde pues como que no; además te preguntas que como es que este tío estuvo en mi casa el otro día y yo ni me enteré; o peor todavía, a este tío lo acabo de conocer hace media hora, así que como cojones es que el otro día estuvo en mi casa.
Alguno tal vez empiece a echar a volar la imaginación y puede llegar a pensar que está ante la presencia del sancho, otros que el tío es un vivales que te anduvo espiando mientras tu andabas paseando en pelotillas ombligueras por el pasillo. Tranquilo chaval y no empieces a mamporros, que lo anterior es un formalismo mexicano donde te están indicando que la casa del interlocutor es como tu casa, un poco como el formalismo de "sienteté como en tu casa".
Hay veces que te da medio extrañeza que un tío te diga "tu humilde casa", refiriéndose a su mansión, porque sabes perfectamente que el tío de humilde no tiene ni el agujero el calcetín. No sabes si es para presumirte o si realmente el tío está siendo cortés.
A veces uno no sabe si la frasecita de "mi casa es tu casa" que mucha gente suelta es realmente de cortesía sincera o de cortesía hipócrita, porque analicémosla seriamente; si al tío este que me dice esa frase le digo que vale, que esta misma noche me voy a dormir a su casa, no creo que le caiga en gracia, tal vez alguno sí lo diga en serio y se desviva por atenderte, pero a la mayoría le sentará como una patada en el hígado. O que me dices si me voy a vivir a su casa por 6 meses, una frase muy popular de México es "el arrimado y el muerto a los tres días apestan", y el arrimado viene a ser esa persona que no es de casa pero se instala en casa a vivir.
En fin, que en México la cortesía es algo que no se ha perdido todavía, el por favor, el gracias y el "tu humilde casa" son frases que escuchas mucho al cabo del día; cortesía que al llegar a México a muchos gachupines empalaga, pero al pasar los años no solo te acostumbras a ella, sino que piensas que en España deberíamos re-aprender.

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