
Durante los siglos XVIII y XIX, las ideas de la Ilustración que aparecieron en Europa y que luego contagiarion a América, derivaron en acontecimientos importantes para muchos pueblos a fines del XVIII, especialmente para los Estados Unidos (Guerra de Independencia) y para Francia (Revolución). Desde luego, no fueron hechos aislados, ni estáticos, en el sentido de que solo afectaron a quienes intervinieron en esos conflictos, sino que condujeron a otros hechos que permitieron la aparición de corrientes ideológicas y políticas, cuyo sentir principal, no era tanto el bienestar del reino, sino del pueblo, en tanto que ese pueblo tenía una identidad propia cultural y socialmente hablando: el nacionalismo.
De esta manera, se puede decir que las guerras de independencias americanas (1775-1822), fuera de Estados Unidos, de la América española o Brasil, fueron inspiradas en buena parte, gracias a un sentir de patria. Los criollos o españoles americanos del Imperio español en América, se sintieron humillados e irritados al verse ignorados en el ejercicio

De ahí que muchos países se sintieran en la necesidad de materializar ese nacionalismo, en símbolos patrios, como los himnos nacionales, o en un personaje que representara los ideales de del país, como el Tío Sam norteamericano, Marianne de Francia, la Madre Rusia o Britania y John Bull de Gran Bretaña.
Retomando lo que decía al principio, el nacionalismo me parece no solo un ideario político, sino un verdadero s

Por eso digo que es un fenómeno complejo, y a la vez susceptible a la conveniencia de las personas. Por ejemplo, el año pasado la Copa Mundial de la FIFA la ganó España, con todo y que era el año del bicentenario, hubo quien llegó a expresar "si no nos hubieramos (los mexicanos) independizado de España, hoy celebraríamos el triunfo de nuestra selección"; otros más en España, como los vascos, donde aparentemente hay intentos de independencia del resto de España, celebraron el triunfo español en el fútbol. Regresando con México, nuevamente se ve este doble sentir, por un lado, desprecio por parte de aquel que por haberse ido a vivir a EUA, aunque sea de "mojado*" y teniendo un

Y por eso, me parece algo contradictorio, que muchos de estos, luchen por una reforma migratoria (que es bueno), y al mismo tiempo se sigan sintiendo mexicanos, en un sentido estricto, como si aun vivieran en México, solo porque la Selección mexicana ha ganado a la de Estados Unidos en un partido de futbol. Razón tiene, la afición norteamericana, de sentirse humillada, no tanto por una derrota deportiva, que eso menos importa, sino que aquellos que han sido acogidos, de buena o mala gana, en su país, desprecien a este en esa situación.
Eso sí, ¡a todos nos duele haber perdido Texas, Nuevo México y California!
*como inmigrante ilegal.