Todos tiene su propia visión del 14 de febrero (a algunos les parece un estupidez, a otros les es indiferente, etc.), como todos tienen su propia visión del amor. Es cierto que es un día asquerosamente comercial, plagado de tarjetas, corazones rojos, flores, etc., pero también lo es el Día de la Madre (lo que también fue motivo de un post) y que yo recuerde, nadie se queja.
Pareciera que este tipo de celebraciones están radicalmente alejadas del goce de la lectura y hasta son incompatibles: una de las pocas cosas que no se puede hacer bien en pareja es leer un libro juntos a la vez, no es nada cómodo (a menos que seas un capo como Lennon, claro).Paradójicamente, aunque parezca difícil de creer, los libros parecieron tener cierto grado de culpa en la aparición de esta celebración. Así, para algunos todo empezó con una poesía que escribió Carlos Duque de Orleáns y para otros fue un poema de Geoffrey Chaucer donde aparece la primera referencia al tema.¿Qué se puede hacer ese día? Hay de todo. Desde firma de libros del archiromantiquisímo Federico Moccia hasta fiestas Anti San Valentín en una biblioteca (?). La Casa de la Literatura Peruana, como el año pasado, también ha organizado una actividad ese día, por si tienes un poema, pero no tienes a quién recitárselo.En todo caso, a falta de planes, siempre hay un libro que puede hacer que te olvides de buscar un regalo o de buscar a alguien a quién regalarlo. Hay tantas sugerencias y listas de los mejores libros para regalar por San Valentín (como las que pueden ver acá) que me abstendré de hacer una más. Aunque debo reconocer que algunas sugerencias, como ésta, son algo raras: ¿Regalarle 50 sombras de Gray a tu pareja no es un poco hardcore? Y no entiendo como aquí recomiendan El héroe discreto ¿Alguien sería tan desabrido de obsequiarlo? (no está ni entre las diez mejores de MVLL) Travesuras de la niña mala, todavía pasa. En fin.Sin embargo, tampoco es necesario gastar dinero y como mencionamos antes, comprar un libro es muy distinto a leerlo. Y la idea no es cambiar el consumismo desenfrenado de rosas y chocolates por el de gruesos volúmenes para pasarla bien ese día (o hacernos olvidar que nadie nos da bola). Aunque, es sabido lo difícil que es recomendar libros, si te gusta lo "romántico" existen muchas grandes parejas literarias y escenas de amor memorables. Cuando hablo de parejas literarias no me refiero a parejas como Simone de Beauvoir y Sartre o Paul Auster y su esposa que no recuerdo su nombre, sino a parejas de ficción, obviously.Hay varios rankings sobre esto, pero no quiero caer en los nombres clásicos: Romeo y Julieta, algo de Jane Austen, García Márquez o Tokio Blues. Y menos en la "literatura juvenil" o romántica como Bajo la misma estrella, Sagas vampíricas, Divergente o Los Juegos del Hambre que monopolizan casi todos los recuentos que he encontrado (solo coloquen "parejas literarias" en el buscador de su preferencia y verán de qué les hablo). Pero este post se está haciendo muy largo y ya haré mi top de escenas de amor y parejas un día de estos.