La semana pasada compré por casi 2,50 euros la crema hidratante con color de Essence. Aunque soy muy blanca de piel, en la tienda me aconsejaron el tono más oscuro (hay dos). Al principio, me pareció demasiado naranja para mí. Sin embargo, una vez puesta en el rostro, queda muy bien. El tono claro es casi transparente y no se nota, según confesó la dependienta.
El resultado es una piel hidratada, fresca y luminosa. De momento, solamente me la eché dos veces, pero estoy muy contenta con los resultados. Por eso, la recomiendo vivamente. La relación calidad-precio es estupenda.
No cubre casi nada. Solamente da un poco de color. Es el efecto deseado: el "buen aspecto". La verdad es que no tengo muchas imperfecciones y demasiado maquillaje me queda mal. Por eso, este tipo de cremas son, en mi caso, una buena opción.
El verdadero problema de esta crema, que lo hay, es el envase y el nombre. Me encantan los objetos y valoro que en el mundo de la cosmética esto se cuide. Será porque es una marca 'low-cost', pero el bote blanco y naranja con dibujos cutres de frutas de la línea 'My Skin' no me convence. Además, no tiene protección solar (otro fallo).
Por encima, el nombre de la marca en general significa en francés... ¡GASOLINA! ¿Pero en qué piensan los publicistas?, ¿también los alemanes se equivocan?, ¿cómo piensan vender en Francia con ese nombre?, ¿creéis que tiene éxito? No lo sé... Habrá que investigarlo. Este mundo no tiene sentido.