Leo en La Celosía sobre una píldora para adelgazar que es peligrosa para la salud pero que está recomendada por la Agencia Europea de Medicamentos. En breve será aprobada y no deja de ser contradictorio que ofrezca pensamiento y acciones suicidas a quienes la tomen.
Se llama Contrave y en Estados Unidos la recetan alternativa de tratamiento para controlar el exceso de peso crónico. El Contrave es una combinación de dos medicamentos aprobados por la agencia estadounidense de fármacos, la FDA, la naltrexona y el bupropión, en una formulación de liberación prolongada. La naltrexona está aprobada para tratar la dependencia al alcohol y a los opiáceos, y el bupropión, la depresión y el trastorno afectivo estacional o depresión invernal y como auxiliar en el tratamiento para dejar de fumar.
En breve será comercializada en Europa como Mysimba, si la Comisión Europea da luz verde a la recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Será interesante ver si tras su previsible aprobación el fabricante pone uno de esos precios a los que nos quieren acostumbrar algunos en los últimos tiempos, caso Sovaldi para la hepatitis C y otro s como Rapivab, para la gripe por ejemplo.
Lo escribo porque como he indicado, el fármaco no es nuevo, combina dos ya existentes y conocidos por lo que su investigación más desarrollo no podrá argumentarse que ha sido muy cara.
Lo que destaca La Celosía es su peligrosidad. El fabricante, comentan, advierte:
Contrave puede causar efectos secundarios graves de pensamientos o acciones suicidas. Uno de sus ingredientes, bupropión, provoca cambios inusuales en la conducta”.
Tela ,telita, tela, con el nuevo fármaco para perder peso. Ya lo creo que lo puedes perder pero todo todo el peso vaya…
Claro que si cabe más peligroso que el fármaco será el marketing que hagan para él. El gigante farmacéutico GlaxoSmithKline (GSK) tuvo que pagar 3.000 millones de dólares por el marketing para usos no autorizados del antidepresivo Wellbutrin (bupropion) -además de por otro, Paxil-. Recibió esas multas por etiquetado fraudulento y por uso ilegal de fondos públicos para el pago de sobornos a médicos.
Esto fue en 2012, ya imagino que el fabricante de Mysimba, Orexigen Therapeutics, no cometerá los mismos errores… y quizá no disponga de tanto dinero para “marketing”. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) intenta restar importancia a los daños que puede provocar Mysimba pues comenta en una nota:
Las reacciones adversas más comunes observadas durante el desarrollo clínico fueron reacciones adversas gastrointestinales (náuseas, estreñimiento, vómitos, mareos y sequedad de boca)”.
Lo cierto es que también aconseja interrumpir el tratamiento si después de 16 semanas los pacientes no han perdido al menos el 5% de su peso corporal inicial.
Algunos dirán que el medicamento sólo se recetará a personas para controlar el exceso de peso crónico, la indicación para la que está aprobado, pero el marketing es lo que tiene, que consigue extender indicaciones y que al final sea recetado a la ligera para “perder peso”, en general. Desde luego si esta es la manera de perder peso mejor es cuidarse.