Myvatn, Husavik y Akureyri

Myvatn, es uno de los lugares más populares del norte de Islandia. Una zona llena de respiraderos, fisuras, pozas burbujeantes, lenguas de lava solidificada que adoptan formaciones curiosas, cráteres y pseudocráteres; y todo esto en los alrededores del gran lago Myvatn, el lago de las moscas enanas...¿Ahora ya sabes porqué es tan popular este sitio?

Tranquilo, si lo que te asustan son las moscas enanas, nosotros a penas las sufrimos. A pesar de todo lo que habíamos oído y de los típicos atuendos de gorros con red para mantener a distancia a la multitud de mosquitillos y no comértelos, no necesitamos nada de esto. 

18 de Agosto de 2013
Nuestra segunda noche acabamos pasándola en el mismo camping del día anterior, pero esta vez... de estrangis. Tras la excursión de Askja, nos fuimos a relajarnos a los baños naturales de Myvanth y a cenar con lo que se nos acabó haciendo demasiado tarde. La luz ya había caído, y no teniendo nada reservado y la recepción encontrándose cerrada, no se nos ocurrió mejor sitio que tomar prestado un trocito de verde ya conocido.
Aunque llevábamos varios días en esta zona, aún habíamos visto muy poco, tan solo Námafjall a nuestra llegada, pero hoy teníamos que dejar Myvatn y seguir con el viaje, pues nos quedaban pocos días para tener que regresar a Reykjavik y un montón de kilómetros por delante. Pero evidentemente, un sitio con tanto que ver no lo íbamos a dejar pasar por alto, así que decidimos quedarnos hasta medio día para ver algunas cosas más y después continuar, pues queríamos llegar a dormir Akureyri.

Dejamos el camping situado al norte de Myvatn, junto a la población principal de Reykjalid, y cogiendo la nº1 dirección Este, a pocos kilómetros encontramos el desvío hacia el norte que nos llevaba hasta Krafla.
Esta es la zona volcánica más activa, y quizás según dicen la más peligrosa, por eso constantemente los carteles te recuerdan que no debes salirte de los caminos marcados. Justo antes de llegar veremos la central geotérmica que han montado aprovechando las altas temperaturas que hay bajo el suelo. 

Soluciones islandesas en el camino...

El primer sitio que paramos es donde se encuentra el cráter de Leirhnjúkur y las solfaratas. Dejamos el coche en la zona de parking y en seguida nos dimos cuenta que estaríamos prácticamente solos, ni los puestos de perritos habían abierto aún.

Algunos se quedaron con las ganas!

Sin embargo, es curioso que encontramos a unos colgados que habían decidido plantar su tienda allí mismo! De acuerdo, que en esta zona hay muchos trekkings, y que se te puede hacer tarde y necesites descansar, pero creo que no se me hubiera ocurrido colocar ni una sola piqueta en aquella zona!!!

     Desde el parking avanzábamos por un terreno abultado, lleno de grietas y poco a poco nos fuimos aproximando a una tierra más clara, frágil y anaranjada. Una vez allí nos encontramos con unas pasarelas de madera para evitar tener que pisar el suelo, y en aquel silencio podías escuchar como la tierra respiraba y por algunos huecos se escapaba el calor de aquel terreno que bajo nosotros debía estar en ebullición. El olor de nuevo se hacía por momentos bastante insoportable.

El siguiente sitio que visitamos también en Krafla es el cráter Viti, que recibe el mismo nombre que el visitado en Askja. Y allí en medio de humeantes respiraderos, se encontraba este cráter lleno de agua de un azul muy intenso. 

Abandonamos esta zona y volviendo sobre la misma carretera, nos dirigimos hacia el Este de Myvatn. Nos dimos una vuelta por donde estaba el lago, disfrutando del paisaje, la tranquilidad y los rayos de sol. Desde allí se apreciaban algunos de los seudocráteres de Skútustaðir que se formaron en medio del lago. Dicen que los mejores y más grandes están en la orilla del oeste del lago y que para verlos bien se puede subir a la cima de Vindelgjarfajall, un ascenso fácil de media hora. Nosotros no teníamos tiempo para tanto, así que nos conformamos con las vistas que teníamos.

Y casi enfrente de donde estábamos se encontraba el camino que lleva a Dimmuborgir, que quiere decir los castillos oscuros... Un inmenso campo de lava que adopta formas muy curiosas y es el lugar donde habitan los 13 trolls de la Navidad, aunque no siempre fueron tan buenos... 

Si algo me fascina de esta tierra es que cada rincón esconde una leyenda! Antiguamente estos trolls asustaban a los niños, y su madre Gryla, aún más mala, se llevaba y se comía a los niños desobedientes! pero un buen día todo cambio... y estos 13 viejecitos empezaron a ejercer las navidades como de Papá Noel, aunque nada tienen que ver con él. Desde el 12 de diciembre, cada día uno de los trolls visita las casas de los niños y les deja un regalito junto a su zapato, y si alguno se ha portado mal entonces...a falta de carbón, una patata!
Dimmuborgir fue uno de los sitios que encontramos con más gente, quizás porque los senderos que hay para recorrer en esta zona son muy fáciles, así que encontramos una gran cantidad de coches y autobuses. Uno de los más populares es el Círculo de la Iglesia, también conocido como la ruta Kirkjan, que se puede recorrer en menos de una hora.

Pero si había un sitio en Myvatn que tenía ganas de ir desde que llegué, era al inmenso cráter negro, Hverfell, que se dejaba ver desde casi prácticamente todos los sitios, y que parecía que te atrajera hacia él... Era como si algo paranormal hubiera provocado aquel gigantesco boquete que además se elevaba del suelo unos 463m ,casi nada...

Está prácticamente al lado de Dimmuborgir y se puede llegar en coche hasta la misma base donde hay un parking. La subida hasta el mismo borde del cráter es bastante pronunciada pero merece la pena. La verdad que en la subida sentía una profunda curiosidad, por lo que se vería dentro del enorme agujero pero no hay nada más que esa especie de gravilla negra y suelta. Lo bueno de llegar arriba es que no solo se aprecia el gran tamaño que tiene, sino también las vistas del  lago Myvatn. así que si váis no dudéis en subir.

Y sin darnos cuenta la mañana pasó volando, y aunque podría habernos llevado ver bien Myvatn todo el día, teníamos que continuar.
(Otra visita que recomiendan y no hicimos fue fuentes termales de Storagja y Grjotagja, muy cercanas a Hverfell. Se trata de fisuras en las que se han formado cuevas llenas de agua. Supuestamente uno puede bañarse, pero dicen que las temperaturas han subido en los últimos años así que como no hay termómetro que pruebe el más valiente...)
En ruta otra vez, y seguimos avanzando por el norte de Islandia hasta Husavik, que se encuentra como a unos tres cuartos de hora en coche desde Myvatn. El motivo de acercarnos es porque dicen que es el mejor sitio para el avistamiento de ballenas, pero aunque he de decir que el tour no fue todo lo que esperábamos, llegar hasta allí supuso un gran descubrimiento, porque fue de los pueblos más bonitos que hemos visto en todo el viaje.Husavik es un pequeño pueblo pesquero en la costa norte de Islandia. Su encanto está en sus casas coloridas de madera y las vistas que tiene frente a la bahía con los picos nevados.

Situado en el mar de Groenlandia y a pocos kilómetros del Círculo Polar, uno de sus mayores atractivos son los tours que ofrecen las dos únicas compañías para navegar por su aguas en busca de uno de estos grandes cetáceos.

Las dos compañías que hay son North Sailing y Gentle Giants, y la verdad es que da igual coger una que otra porque los tours y precios son similares, aunque la primera tiene más horarios de salidas. Importante ir lo más abrigado posible, porque son 3 horas en alta mar, y el aire a esas latitudes corta incluso en los días más soleados; pero si no vienes preparado no te preocupes porque ellos tienen unos monos que ofrecen preparados para ese frío polar jejejje

Sobre el tour os contaré que como tuvimos muy buen día, fue muy agradable, pero en cuánto al avistamiento de ballenas esperábamos más. Sí que vimos algunas, y fue bastante emocionante pero los momentos fueron escasos y muy cortos, y no tuvimos la suerte de que ninguna fuera tan cerca como las fotos que vimos de los tours. En fin, supongo que dependerá del día y será cuestión de suerte...

Después del tour nos dimos una vuelta por Husavik intentando encontrar uno de los sitios más curiosos que leímos en la Lonely Planet sobre este pueblo, una faloteca!!! Sí, parece ser que es un museo de penes, y aunque pretende tener la de todas las especies de mamíferos, no hay ninguno humano jajjajja. Estos islandeses hay que reconocer que son unos cachondos, y parece ser que ya hay algunos voluntarios para la donación de su miembro viril! En cualquier caso, aunque pusimos nuestro empeño por encontrarlo, no dimos con él :-(
Desde allí nuestro último destino Akureyri, aunque aún quedaba casi 1 hora y media para llegar.
En el camino, si os habéis vuelto unos adictos a las cascadas, como nosotros, podréis disfrutar de otra de las grandes cascadas de este país, Godafoss, la cascada de los dioses. Cuenta la leyenda que cuando en Alpingi decidieron adoptar la religión cristiana en el siglo X, como símbolo de cambio al cristianismo, se arrojaron a la cascada las estatuas de los antiguos dioses paganos, y de ahí quedó su nombre.

A los dos días de dejar el lugar leímos en la prensa el accidente de un turísta en esta cascada, y es que a veces nos dejamos llevar por la belleza de los paisajes y esto puede conllevar algún que otro susto. (Javitto, no hizo falta atarlo en corto porque en este caso intento mantenerse fuera de peligro jajjaja es lo que tiene haber probado ya el agua de Islandia)
Ya era última hora de la tarde cuando llegamos a Akureyri, la segunda población más grande de Islandia después de Reykjavik. Nuestro albergue estaba en la calle principal de la ciudad Hafnasstraeti llena de cafés y tiendas, algunas de las cuales ya habían cerrado.

Y a pocos metros también teníamos uno de los puntos de interés en esta ciudad, la iglesia de Akureyrarkirkja que al igual que la de Reykjavik, obra del mismo arquitecto, intenta continuar reflejando esas columnas de basalto tan típicas del país.

Mañana patearíamos un poco más las calles de Akureyri pero ahora era momento de ir ya a descansar, y aprovechar nuestra última noche en cama hasta llegar a Reykjavik.
                                                                           TO BE CONTINUED...
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