Después de unas semanas en las que he disfrutado de unas vacaciones increíbles, empezar un nuevo trabajo y un montón de nuevos proyectos, vuelvo por aquí con mis posts habituales. La verdad que tenía ganas de volver por esta esfera, ¡espero que no os hayáis olvidado de mí! La publicación de hoy trata sobre las vacaciones, concretamente sobre el paisaje que he tenido el placer de visitar: la Costa Azul. El sitio en el que pasé más tiempo fue Niza, una maravilla de lugar con una playa tan azul que es imposible de imaginar y unas vistas que sólo consiguen paz interior. Visité otros lugares cercanos como Cannes, Grasse (la cuna del perfume y un pueblo encantador típico de la provenza francesa), y como no, Mónaco. Lo que más me impactó de Mónaco fue el tren de vida que tienen muchos de sus visitantes, un mundo con el que la mayoría no podemos ni suspirar.
Os recomiendo esta zona para visitar. Disfrutad de sus inmensos paisajes. Del aroma provenzal. De la gastronomía de la zona con los tipos de pan y el vino. Del sol bronceador. Y sobretodo: del placer que se siente al conocer otros lugares, el placer que da viajar. Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente. (Mark Twain) xoxoNerea.