Nos encantan los anacardos... Ir al cine y comprar cuarto y mitad de esos frutos secos va unido por obra y gracia del hambre que llevamos arrastrando con eso de los planes de adelgazamiento continuos (más una que otra... ¡qué coraje!) Y vosotr@s diréis... ¿de qué porras hablan estas hoy? Pues del nácar. ¿Que qué tienen que ver? Nada. ¡Nada de nada!, pero con eso de los cambios de palabras que empezamos en el post de las Matrioskas (matriarkas para Leticia de Sin Pereza..., katiuskas para Raquel de Manora...), hemos permutado algunas letras... anacardos... nacarados... mismas letras, distinto orden, jeje. A lo que vamos, ¿os gusta el nácar?
Foto
Foto
Foto
Foto
Foto
Un elemento que ilumina con su belleza natural cualquier rincón. ¿O no?