Revista En Femenino

Nacer en diciembre

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe

Ya es Navidad en el Corte In... No, no va de eso este post. Voy a hacer una pequeña reflexión sobre el primer curso escolar que han pasado los padawanes. Media blogosfera maternal y paternal hablando de la vuelta al cole y de los primeros días semanas de clase o de guardería, y yo vengo ahora a contaros cómo nos fue el curso pasado en la Academia Jedi. Y ya de paso, cómo arranca éste.

Hace un año fue duro pasar por la experiencia de la puerta del cole. Luego el curso dio para mucho. Incluso me metí a delegado de curso, para estar más encima de todo lo que rodeaba a mis padawanes. Así que ahí me veis manejando dos grupos de whatsapp con cuarenta y tantas madres y algún que otro padre. No me quiero ni acordar de la quincena antes a la función de Navidad -sigue sin tener nada que ver con el título-, o el descontrol con los libros y los ISBN equivocados.

Nacer en diciembre

Para Luke y Leia la experiencia debió ser enorme, tras haber estado siempre con nosotros sin haber pisado una guardería. Viéndolo desde fuera, nunca dejaba de asombrarme. No nos damos cuenta de lo fuertes y capaces que son realmente. Pero al llevarlos por la mañana y recogerlos a la salida, una de las cosas que más notaba era lo pequeños que me parecían al lado de algunos de sus compañeros. Ellos, como yo, nacieron en diciembre.

El sistema educativo en España se rige por la edad cronológica de los pequeños y no por la evolutiva. Parece una tontería, pero a los tres años las diferencias son tremendas. Al empezar en educación infantil, los nacidos en diciembre tienen once meses menos que los compañeros de enero. Once meses menos de desarrollo, habilidades, dominio del lenguaje, motricidad, autonomía y autoconocimiento, dependencia, seguridad. Once meses en tres años es casi un cuarto menos de vida. Pero todos van al mismo ritmo, y se le piden los mismos avances curriculares, como la prescritura y la prelectura.

En otros países -Suecia, por ejemplo- solo empiezan el curso los que ya han cumplido la edad estipulada -Primaria se empieza con 7 años-. La pega de este sistema es que cada generación queda partida en dos. Al final siempre habrá niños y niñas con diez u once meses más que otros, pero cuanto más tarde se empiece, más se minimizan las posibles diferencias, con el paso de los años van desapareciendo. Además cada niño y niña es un mundo -no me canso de decirlo-, y cada uno lleva su propio ritmo y desarrollo personal, y tiene necesidades particulares, pero eso es algo que nuestro sistema educativo tampoco alcanza a cubrir.

Este es un año de muchos cambios. Casa nueva, nueva localidad, nuevo curso y nuevo colegio. Con tantos cambios en nuestras vidas, es normal que haya algunos desajustes y dificultades. Los peques tienen que acostumbrarse a muchas novedades. Por el momento vamos asimilando las nuevas dinámicas, conociendo a las nuevas seños y amigos, y perdiendo nuestros miedos e inseguridades. Los míos incluidos. De lo que no nos libramos es de las tareas para casa.

Los llevo al cole y los recojo, y sigo viendo niños y niñas salir de sus aulas, sus nuevos amigos. Hay días que cuesta más, otros menos. Pero raro es el día que no pienso en artículos como éste. O que no recuerde cómo yo mismo era siempre el más pequeño de la clase, algo que arrastré hasta bien avanzada la EGB, y me costó superar. Luego sigo viendo a los padawanes, tan fuertes y capaces, salir contentos de clase, riendo, con curiosidad por todo, y poco a poco se me pasa. "Hasta mañana, Seño".

Pensamientos y paranoias mías que tenía que sacar, aunque con algo de retraso, que ya estamos en octubre. Es lo que tiene no parar ni para darle la vuelta al colchón. ¿Es sobreprotección? ¿Paranoia? ¿O sólo falta de sueño? ¿Qué pensáis?


P.S.: Aclaraciones. Por comentarios recibidos, creo que algunos puntos no han quedado del todo claros. No estoy diciendo que sea malo, o que los niños tengan un handicap por ser de diciembre. Lo que ocurre es que los padawanes acaban de empezar 2º curso de Infantil, el de 4 años, y se encuentran con compañeros que nacieron en enero de su mismo año, con lo que tienen 11 meses más de vida y de todo. Mis hijos tienen un desarrollo totalmente normal para sus 3 años y 10 meses, son capaces de hacer cualquier cosa adecuada a su edad, y más. Algunas asombrosas que ni imaginaba. Pero mientras que ellos tienen ahora 3 años y 10 meses, hay chicos y chicas en su clase con 4 años y 9 meses. Y pienso que el sistema educativo debería tener en cuenta estas diferencias de edad -no de otras cosas-, al menos en educación infantil, donde la diferencia se nota tanto.


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