Revista Maternidad

Naciendo

Por Hesterprynne
Tomar la decisión de tener un bebé es algo realmente trascendental. Significa que tendrás el corazón funcionando fuera de tu cuerpo para el resto de tu vida (Elisabeth Stone).La vida es extraña y maravillosa. La vida me acongoja. Tengo muchas cosas que escribir, pero el nacimiento de mi hija me insufló un cúmulo de emociones que, en forma de pompas invisibles, me comienzan en la garganta y recorren todo mi cuerpo, llegando tan lejos como para hacerme tambalear. Dadme tiempo. El amor me desborda, como si quisiera abrirse hueco y acabase brotando por cualquier resquicio en mi carne. Nunca antes se habían fusionado de esta forma mi físico y mi alma. Hay una niña muy pequeñita que parece mirarme ya con intensidad cuando le canto y hay una mujer por la que creo poder ser tan fuerte como para detener un tren si lo esperase en una vía con el brazo estirado. La biología no vale nada, sois mi familia y yo la vuestra. Soy feliz aunque en ocasiones todavía lloro porque tuve miedo. Ya no dormimos, como es natural. El sentimiento más fuerte, el deseo más intenso, es estar a solas con vosotras dos durante un tiempo. Curándonos, amándonos, conociéndonos en trío. Me casé con la mujer que más admiro en este mundo. Luchamos por crear otra vida y el fruto fue este bebé calentito que se cuela en nuestra cama cada noche. De pronto se me ocurre pensar en las Navidades futuras y las imagino como viejas películas en súper 8, las tres en acogedores pijamas abriendo paquetes brillantes a juego con nuestros ojos. Las tres, un nuevo número. Esperanza. Continúo procesándolo todo.

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