Desde su inicio destellaban gran luz, el varón llamado Yui y la hembra Tima. Sus rayos de luz son imparables y desde un primer momento llaman la atención de la tribu. A ambos les encanta la música que provechosamente tocan los locales con la finalidad de verlos salir, finalmente Yui no puede dejar de sentirse atraído por la música y sale finalmente subiendo a los cielos y convirtiéndose en el sol. Tuma por su parte es recibida con cenizas sobre ella y debe salir y sube también al cielo convirtiéndose en la luna. Su luz no es tan radiante como la de su hermano, pero ambos tienen la misión de alumbrarnos a todos. El sol de día y la luna de noche. Los curiosos que querían atraparles se convierten en piedras en el ascenso de las dos grandes luminarias.Mi interpretación de este relato la defino desde la forma de vida de una comunidad autóctona que para dar explicación a su realidad busca a través de la oralidad perpetuar una tradición. En este caso la luna y el sol no solo representan al astro rey y al satélite natural de la tierra, sino que simbolizan también parte de la cultura de estos grupos nativos del caribe colombiano. El sol es el poder, la masculinidad, el brillo, el oro y la supremacía. La luna en cambio es la dulzura, la feminidad, la docilidad y la compañía en los momentos mas turbios de la vida. El sol se alza en la brillantez del día, da calor abrasador y fuerza, la luna ilumina tenuemente la fría noche. Aunque estén separados el uno complementa al otro, así como son necesarios para nuestra vida. Esa madre que los engendra bien podría ser el universo que les protege y ve en ellos un propósito importante en el planeta tierra. Los curiosos que querían entrar ala cueva y atrapar a Yui y Tema y quedan convertidos en piedras bien podrían ser las montañas de la tierra que acompañan al mar que refleja la luz de la luna cada noche. La ceniza que cae sobre la luna podría inclusive verse como obstáculos que pueden presentarse en el camino de un objetivo, pero no impiden que la finalidad para la que fuimos creados se cumpla. Si no fuese por esas cenizas la luna no tendría su color particular y de tanta luz que tendría no habría diferencia entre día y noche. Cada uno tiene su propósito y no tiene que ser igual que los demás, son esas diferencias las que hacen a cada quien valioso y especial. El sol emite luz y la luna la refleja, se complementan perfectamente de una forma provechosa para todos.
Revista Gente
Nacimiento de la luna y el sol según indigenas arhuacos
Publicado el 17 diciembre 2019 por Abvec @abvec
Los indígenas arhuacos tienen su propia versión de la creación de la luna y el sol. La historia que ha pasado de generación en generación está llena de matices interesantes que nos dan una preciosa cosmogonía del astro rey y su compañera. La luna y el sol según esta historia son hermanos concebidos por una de las mujeres mas bellas en la sierra nevada de Santa Marta.