Os explicaré por qué queremos separarnos tras soportar durante cinco siglos vuestra incultura, codicia, malgasto, parasitismo y soberbia.
Voy a ser suave enfocando nuestra ira en lo que representa Madrid, que amalgama toda España y todo lo que para nosotros es indeseable: hacia allí van españoles de todas partes, incluidos los catalanes traidores, para ejercer el poder que nos oprime.
Estamos explotados económicamente por vosotros. Hasta con Franco teníamos el mayor nivel de vida del país y en esta falsa democracia hemos caído al cuarto puesto, tras Madrid, Euskadi y Navarra.
Decís que se debe a nuestra pérdida de competitividad frente a otras economías y por nuestros dispendios con la Generalitat.
Seamos claros, si medio millar de funcionarios catalanes ganan más que el presidente del Gobierno español sólo se demuestra que él vale menos que cualquiera de esos servidores públicos nuestros Si la hermana de Guardiola gana el doble que Rajoy como nuestra embajadora en Copenhague, es porque lo vale.
Que nuestros Mossos d’Esquadra o urbanos de Barcelona ganen el 30 por ciento más que los guardias civiles o los policías nacionales demuestra también su calidad superior.
Y así, todo: pero vosotros ni siquiera aceptáis que expandamos nuestra administración política y cultural a nuestros Països Catalans a la Comunidad Valenciana y parte de Murcia, a Baleares, a parte de Aragón y al sur de Francia: nos encerráis para privarnos de nuestro espacio vital, nuestro lebensraum.
Os reís de nosotros cuando afirmamos que Colón, el Gran Capitán, Santa Teresa, Cervantes y tantas otras glorias eran catalanas, mientras pretendéis que en la Rambla se vendan muñecas de flamencas, que no nos representan: si lo andaluz es indeseable y los andaluces son vagos y viven a nuestra costa, como escribió Jordi Pujol en su libro “La inmigración, problema y esperanza de Cataluña”.
Nosotros somos los übermenschen, hombres superiores, y vosotros tenéis que admitir que con excepciones sois los untermenschen hombres inferiores. Concededlo y no habrá problemas.
Hasta nuestros niños saben estas verdades. Se las enseñamos para que identifiquen al enemigo, a esa España condensada en Madrid, ese poblacho que os representa a todos vosotros, mesetarios trogloditas, seres de la caverna.
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SALAS