Hoy quiero hablaros del gran armonicista Ñaco Goñi. Soy fiel seguidor suyo por los bares de Madrid desde hace años y es que fue él quien me enganchó a esto del blues. Yo andaba machacandome las orejas con el heavy, trash y todos esos grupos que te hacen descargar la adrenalina de la juventud, cuando un buen amigo me invitó a una copa en el conocido local de Huertas "Populart Café" donde aquél día tocaba Ñaco con el Gran Steve Zee. Debo de reconocer que estos locales tienen un encanto especial, su ambiente te seduce y te transporta a otra dimensión de la música en directo. Pero es que son tipos como estos los que te hacen disfrutar de una manera especial. Tienen ese feeling que han adquirido con los años en las calles, en tantos bares recorridos y miles de bolos colaborando con amigos. Y es que Ñaco a los 14 años dejó los estudios para hacer lo que quería y se bajó al metro de Madrid para vivir de la voluntad con su compañero Malcom Scarpa con el que todavía mantiene su relación. Mientras tocaba en bares de Malasaña para sobrevivir, fué invitado por Whisky David (teclista danés afincado en España) para colaborar en sus Jam y ahí conoció a Tonky de la Peña, donde empezó a formar parte de su primer grupo, la Tonky Blues Band. Desde entonces han pasado muchas cosas; sustituyó al Moro en Mermelada con los que tuvo el placer de telonear a grandes como Frank Zappa, Bo Diddley o Chuck Berry. Más tarde lo dejaría para instalarse en su última y actual banda Los Bluescavidas.
Han sido innumerables las colaboraciones en conciertos, grabaciones y proyectos que Ñaco ha dejado impreso en la historia del Rock y del Blues en este país. Lo podrás encontrar en discos de Loquillo, Red House, Raimundo Amador, Javier Vargas, Miguel Rios y un largo etcétera de grandes músicos, anuncios de televisión, dando clases de armónica o tocando con los amigos en un bar después de comerse un buen Cocido Madrileño de esos que tanto le gustan. Aunque sólo tiene dos discos que giran en torno a su carrera, "Spanish Blues Harp Attack" y Blues con los colegas", deben considerarse imprescindibles en cualquier colección de blues nacional, puesto que en ellos se incluyen colaboraciones de los más grandes de este país. Este tío está presente, aunque no lo parezca, en nuestras vidas. Pero en el escenario se muestra ausente, pués su personalidad no le permite ser un gran front-man, y es vergonzoso y tímido ante su público. Embriagado por la música saborea las notas de su armónica e incluye en cada momento la nota justa, con cambios de instrumento que aparecen entre sus dedos como por arte de magia. Ñaco toca blues, vive en blues y así lo demuestra cada vez que sube al escenario. Espero que disfrutéis de su obra.
Salud.
Chule.
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