¡ Volveremos más fuertes que nunca !, ¡ Ésto lo superaremos !, ¡ Quédate en casa !, etc. etc., son algunos de los mensajes alentadores, repetitivos hasta la saciedad, repletos de bonanza y moralina, que no encajan en toda la ciudadanía y desmoralizan a aquellos que han perdido algún familiar en el fatídico viaje al hospital en donde el coronavirus da los últimos y poderosos coletazos, evitando los últimos sacramentos a pie de camilla, enviándoles seguidamente al crematorio del purgatorio o el averno insatisfecho siempre con fuego, brasas y cenizas, sin pasar por la autopsia y mucho menos la sacristía y sus rituales, recibiendo las familias condolencias a distancia y un pésame fotocopiado con membrete del Ministerio misterioso de la Sanidad española, que está en manos de un filósofo acompañado de un portavoz y experto médico en el tema, simpático y "cejudo", que también a dado positivo en la enfermedad contagiosa.
Con muy admirable intención se propagan las muestras de cariño menos veloces que el maldito virus, con sentimiento y mucho empeño también de oportunistas, considerando algunas citas provocadas y sumidas en el miedo terrenal y otras gastando su gracia acordándose de María Sarmiento, que son aprovechadas tanto por firmas comerciales sin excluir al propio Gobierno de España, que da mucho juego forzando a las cadenas de televisión totalmente entregadas al tema de la infección, después de ofrecerles tras un chantaje emocional la subvención de 15 millones de euros a fondo perdido, a fin de seguir transmitiendo más de lo mismo a todas horas, así como las imágenes que a las 20.00 horario de máxima audiencia, y con efecto de nocturnidad de documento sonoro testimonial, todo quede para ser recordado al día siguiente con otra convocatoria nacional diaria de un aplauso monumental dedicado a los sanitarios y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como justo homenaje, que podría aumentar y materializarse si les subiesen el sueldo y lo restasen de los políticos que arriesgan menos su "interesante y complicada" entregada a facilitar bienestar y confianza. Unos "vigilantes" que han demostrado agallas ante situaciones delicadas que superan con claro estoicismo y profesionalidad una circunstancia nunca experimentada, y que sin duda deberíamos apoyar, cuidar a quienes se preocupan con esmero y tacto de todos nosotros, sin pedir nada a cambio, salvo los equipos mínimos de atención primaria necesaria que como todo el mundo sabe, consisten en proveerles de batas, mascarillas, gafas, gorritos, guantes y los equipos para que puedan seguir respirando unos enfermos altamente castigados con los pulmones destrozados, componiendo un historial clínico que haría llorar a un santo, agravado además por las elevadas edades de las víctimas y muchas de las patologías que impiden la solución que tiene al mundo asustado.
En la España del desconcierto, de los timoratos creyentes convencidos de que ésto es un aviso del cielo.. contaminado y repleto de un excesivo número de satélites que nos permite darnos cuenta que la pandemia goza de libertad para matar a nivel global, también sirve para realzar los egos de los gobernantes "machotes" que no dan una en la diana con medidas tan inciertas como erróneas en la gestión y falsas en la auto-justificación, dejando para el caos las formalidades y las respuestas a una prensa ávida que está madurando la idea de ignorar sus bravatas y contradicciones. Una acción gubernamental equivocada que a buen seguro creen se ahorrarán ahora plantear dejando que el tiempo lo resuelva todo, después de prometer que ya tienen casi el elixir milagroso en el alambique del alquimista que no para de investigar en un costoso laboratorio.
Entre Pedro I el "insatisfecho de poder plenario" el supuesto mago de las finanzas "estrelladas" y las manipuladas proclamas de ayuda económica, no sin antes estar afiliado a la seguridad social y a la agencia tributaria el comprobable damnificado, y si se requiere prisa ser titular registrado en las actas de simpatizantes de un partido que dejo de ser un fiable compañero socialista obrero, que así lo entiende el ex-consejero de una quebrada caja de ahorros madrileña, ese prohombre al que le gusta más una cámara que a un tonto un zapato, ha optado por pertrecharse virtualmente en las barricadas del poder junto con el Pablo "boina verde" de un comunismo barato y caduco, sin olvidar a su cuerpo de guardia férreo de corps presente, encabezado por su compañera Irene "letra pequeña" que se come a quien pretenda llevarle la contraria, quién insiste que estar contagiada es mejor que haber dejado de lado las manifestaciones femeninas del ocho de marzo, evento que causó un daño irreparable para "muchas y muchos" .
Y en el fragor de la contienda, ahora nos enteramos que ese virus ha sido propagado por una proteína maligna que a mal tuvieron elaborarla los chinos para inocularla a la población y ajustar algo el desbordado crecimiento que pudiera impedir la comercialización de la inteligencia artificial, los robots y la implementación del 5g móvil, que ya estaba otra vez dando trabas arancelarias por la envidia gringa, lo que viene a corroborar que mucho antes de la extensión ya estaban las fábricas de la república popular a pleno rendimiento trabajando, para después inmediatamente proveer sin pausa a los clientes provenientes desde todas las partes del ignoto mundo de tan codiciadas prendas, test y máquinas de supervivencia que demandan el material necesario y urgente para sofocar el principio del Armagedón, no entendiendo que de haberse producido una guerra bacteriológica, Europa estuviese tan claramente estúpida y desarmada, lo que nos recuerda al entrañable y gran cómico Gila.. "Oiga, Oiga, es el enemigo, una tregua por favor.. que tengo que pedir "mascarillas" a China.. y no me las mandan si antes no hinco las rodillas y pido un crédito a base de "coronabobos".. y les pago a toca pelotas que todavía tienen vida.. ¿que es eso?, nada, nada, un chiste del mal augurio, para ir tirando contra ustedes y darnos tiempo a contestar con otro tipo de "coronavirus" de diseño de mina acuática más explosiva para el cuerpo.
Tal vez Gila añadiría algo así en lapsus : Sí, sí, no se preocupe, una vez que termine la guerra, le invitaremos a ese nuevo programa que está preparando la Sexta, Newtral y Farreras.. "¿ Misterios al Descubierto ?", si hay tiempo claro y no coincide el discurso del Presidente del Gobierno con " Pesadilla en la Cocina", naturalmente si hay huevos cocidos a la española para seguir teniendo éxito de audiencia, entre los que queden para verlo, dejando el partido de China y el Mundo por demostrarse que son muy aburridos esos jugadores en un estéril y minado de muchos virus desconocidos en ese campo de juego que todavía es la Tierra.