La preposición de moda: sobre, sobre, sobre, sobre…
No me gusta hablar de política porque opino que la gran mayoría de políticos son unos sinvergüenzas… salvo unos pocos. Pero todo lo que está pasando está influyendo en el mercado español y me cabrea enormemente porque está afectando a la bolsa, a la credibilidad de España como país, etc. Por ello quiero aportar mi opinión porque es lamentable que la gente no tenga un mínimo espíritu crítico y no sepa hacer un somero análisis sobre todo lo que lee y escucha.
Lo primero que quiero decir antes de continuar es que el padre de un gran amigo mío me dijo un día una frase que se me quedó grabada a fuego: “Puede ser verdad y no haber sucedido”. Aquella frase encerraba una gran sabiduría porque desde entonces me planteo si será verdad lo que leo y si habrá sucedido realmente.
Dicho esto vamos a analizar algunas de las frases que han aparecido últimamente en los medios de comunicación.
Mariano Rajoy afirma: “Lo referido a mí y mis compañeros no es cierto. Salvo alguna cosa que es la que han publicado los medios de comunicación. O dicho de otra manera es totalmente y absolutamente falso.”
Lo primero de todo es que estas frases son un excelente ejemplo de esa lengua que yo llamo politiqués. Los políticos utilizan el politiqués porque es un lenguaje excepcionalmente rico en permitir hacer realidad el arte de decir algo sin decir nada ni comprometerse del todo.
Analizando la frase, o Rajoy afirma que es cierto lo publicado en los medios de comunicación o estaba el pobre tan nervioso que tuvo un pequeño desliz y dijo lo opuesto a lo que quería decir. Yo me inclino a pensar que es eso último y me pongo en su lugar porque siempre he tartamudeado y me he liado al tener que hablar en público. Algunas personas pensamos a tal velocidad que, en ocasiones, nuestros pensamientos superan a nuestra capacidad de hablar y como no hay sincronía entre lo que pensamos y lo que decimos, o bien tartamudeamos o bien decimos cosas que no son lo que queremos decir.
Por otro lado, más de media docena de personas de las que aparecen en los supuestos papeles del extesorero del PP Luis Bárcenas han avalado ya apuntes reflejados en la contabilidad manuscrita. En todos estos casos, los receptores no tenían nada que ocultar, ya que se trata de préstamos legales o pagos que incluso también aparecen en la contabilidad oficial del PP. Entre ellos no se encuentra ningún dirigente que, de haber asumido los pagos, estaría aceptando una conducta reprobable que podría conllevar además una infracción tributaria.
Dice el refrán que “cuando el río suena, agua lleva”. Pero también puede ser que alguien haya cogido una contabilidad verdadera y la haya “adornado” con supuestos pagos comprometedores a altos cargos. Quizá pueda haber algo de verdad en esos supuestos papeles, y digo supuestos por algo que considero de suma importancia y que diré al final de este artículo.
Por su parte, Ana Mato, Ministra de Sanidad afirma que “Siempre supe que mi exmarido y yo pagábamos los gastos. Tengo facturas”. Aquí la pregunta fundamental es: ¿antes o después de recibir los sobres? Si fue después de recibir los sobres, tenía dinero para pagar las facturas y pudiera parecer que lo ha pagado de su bolsillo o de su cuenta bancaria y estaría mintiendo por mucha factura que tuviera. Pero si no hubo sobres, entonces las facturas serán prueba de que lo pago ella.
Bárcenas afirma: “El cuaderno ni existe, ni ha existido. Y no es mi letra”. La inmensa mayoría de la gente cree que todos mienten, pero… ¿Y si es verdad? Toda esa supuesta contabilidad podría ser un burdo montaje realizado por algún becario enojado porque le han despedido o incluso podría ser un montaje de alguien que haya querido sacarle dinero a El País o también podría ser un elucubrado plan de la oposición para desestabilizar al gobierno o, puestos a rizar el rizo, pudiera ser un montaje del gobierno para distraer la atención pública de temas más espinosos y graves como el paro, la crisis, los recortes, etc.
Mi opinión es que debiéramos esperar a ver que dicen los expertos calígrafos sobre si es o no es la letra de Barcenas. Particularmente no me creo que nadie sea tan idiota como para llevar una contabilidad escrita a bolígrafo con su puño y letra habiendo ordenadores que permiten corregir, borrar, tachar, manipular, desvirtuar y adornar la realidad.
El Partido Popular va a emprender acciones legales contra “todos lo que han atribuido al PP conductas irregulares, los que lo hayan podido filtrar y a todos los que lo hayan publicado”.
Leyendo esto me pregunto: ¿A todos? No van a ganar para poner pleitos con eso de los incrementos de las tasas judiciales. No solo hay medios en España que se hayan hecho eco de la noticia, sino de todos los países habidos y por haber. ¿Van a demandar a todos? ¿Hasta a los que se aprovechan del sensacionalismo para dejar a España por los suelos? ¿A mí también me demandarán porque, al fin y al cabo, me estoy haciendo eco de las noticias?
Por su parte un exdiputado del PP afirma “hay dinero negro en los partidos”. “Es una hipocresía pensar que los partidos no tienen una financiación ilegal”, asegura el exdiputado y exsenador del PP por Pontevedra, Carlos Mantilla. Mantilla comentó que “es sabido de todo el mundo” que los partidos se financian con dinero negro. “Hay dinero negro en los partidos, casi siempre”, agregó durante un programa de la emisora Radio Galega. Poco tengo que decir a esto porque es una de esas verdades de Perogrullo. Todos suponemos o imaginamos que en toda contabilidad hay alguna cosilla rara, difícil de justificar o que roce la ilegalidad, pero eso no es nuevo. La pregunta primordial en este caso sería: ¿Por qué ha dicho Mantilla esas palabras? ¿Habrá algún resentimiento? ¿Será por echar más mierda al asunto? ¿O será que se cree conocedor de la verdad aunque sea diciendo cosas que todo el mundo sabe?
Por su parte, Hacienda le dice al juez que Bárcenas engañó con la amnistía. Otra cosa que puede ser verdad, o no. Supongo que algo habrá si Hacienda está tan segura, pero… nunca se sabe. Hacienda con tal de recaudar pasa por encima de quien haya que pasar y ya se sabe que todo es relativo.
Bárcenas, por su parte, sugiere que es un montaje de “alguien que accedió a la contabilidad”. Bárcenas ha añadido que está dispuesto a someterse “a cualquier prueba caligráfica y poligráfica necesaria para demostrar la falsedad de la publicación”, que atribuye a “una operación de acoso y derribo contra el partido y contra Mariano Rajoy orquestada por aquellos que no tienen otra forma de llegar al poder”.
Sinceramente creo que todo puede ser un gran montaje orquestado por alguien para vaya usted a saber qué ocultos fines. Ya he dicho que me parecía raro todo en esta historia. Los contables hace años que llevan la contabilidad A y B en los ordenadores y casi nunca en cuadernos contables escritos a mano. Es mucho más manejable ocultar la realidad B en un diskette o una memoria USB. Sigo diciendo que no debiéramos juzgar hasta que no hablen los expertos calígrafos, pero ojo, no vale cualquier experto calígrafo. Los expertos calígrafos del PP dirán que eso no está escrito por Barcenas y los expertos calígrafos del PSOE dirán justo lo contrario. Un experto calígrafo, dependiendo de quién le pague, puede inclinarse más a un lado que a otro (espero que ningún experto calígrafo se dé por aludido y me demande porque no menciono a nadie, si alguien se da por aludido, por algo será).
Otra cosa chocante es que esa supuesta contabilidad presenta incoherencias mezclando datos supuestamente auténticos con datos supuestamente falsos. ¿Qué contable anota en una contabilidad B todas las cosas? Que yo sepa, nunca un movimiento que queda registrado en las cuentas oficiales de una empresa o partido político tiene también reflejo en una contabilidad oculta. Las contabilidades B recogen únicamente aquello que debe quedar oculto y nunca datos de dominio público. Una contabilidad B, por definición, es parca y reducida y nunca refleja operaciones que se lleven a cabo por transferencia bancaria.
Y por último, la gran pregunta de suma importancia que señalaba al principio de este artículo: ¿Y si todo esto es una nueva gran cagada de El País? ¿No podría ser que otro listillo de turno se la hubiera colado como le colaron la famosa foto de Chávez?
La publicación de una foto falsa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue un tremendo error, y así lo admitía la rectificación que publicó el diario al día siguiente y que se titulaba “La foto que El País nunca debió publicar”. Una vez, aunque tardíamente, detectado que se trataba de la imagen de otro paciente, el diario la retiró de la web y paralizó la distribución de la edición impresa en todos los puntos de venta donde fue posible. Paralelamente se imprimió una nueva edición, sin la supuesta noticia, que llegó con retraso a los quioscos. El diario también publicó una nota en la edición digital en cuya versión definitiva se pedía disculpas a los lectores por lo ocurrido y se anunciaba la apertura de una investigación.
Yo me pregunto: ¿Será otra cagada de El País? Ya nos enteraremos, al final todo se acaba sabiendo. ¿Veremos otra rectificación en El País titulada “La supuesta contabilidad que El País nunca debió publicar”?
Por si acaso y como en estas cosas todo el mundo quiere demandar a todo el mundo, solo me queda tratar de emular a Rajoy y decir que de todo lo que he dicho en este artículo, nada es verdad, salvo alguna cosa.