Rachel Gibson
Phoebe
Marzo 2013
304 Pág.
17.95€
Serie: 5º Hookey Chinooks
La exitosa carrera como jugador de hockey y capitán de los Chinooks de Seattle de Mark Bressler llegó a su fin el día que tuvo el accidente que destrozó la mitad de los huesos de su cuerpo. Y desde que salió del hospital, los burócratas del equipo no han hecho más que mandarle asistentes sanitarios a casa; claro que él consigue espantarlos a velocidad de vértigo... Hasta que se topa con una realmente obstinada.La carrera como actriz de Chelsea Ross se estrelló antes de despegar —jamás pasó de ser la reina del grito en películas de serie B—, así que abandona Hollywood para… acabar convertida en la asistente del más malhumorado jugador de hockey del mundo. Si no necesitara tanto el dinero, saldría de allí pitando.Chelsea puede tolerar el mal humor de Mark y su actitud prepotente, pero no está preparada para resistirse a la atracción que termina sintiendo por él. Por eso, cuando el famoso chico malo del hockey pone los ojos en ella, sabe que el tiempo de gracia ha terminado. ¿Será capaz de enfrentarse a todos los problemas que surgirán si cede a la pasión que Mark despierta en ella?
Llega, la que se supone, última entrega de esta serie.
Rachel Gibson es una de esas autora a las que me encanta leer cuando necesito un soplo de aire fresco, cuando necesito una historia entretenida y sobre todo llena de humor. Siempre consigue hacerme sonreír y dejarme con ganas de más.
En esta ocasión vamos a conocer al capitán de los Chinooks, Mark. Mark ha tenido un terrible accidente de coche y la organización del equipo está empeñada en que tenga una enfermera personal 24 horas al día. Hasta el momento ha logrado espantar a todas las que le han enviado, hasta que aparece Chelsea Ross. Chelsea es una actriz que nunca ha logrado triunfar y ve en el incentivo económico que le paga el equipo su única oportunidad de salir adelante, aunque para ello tenga que lidiar con un personaje tan bruto y maleducado como Mark. La relación entre estos dos me ha encantado. Llenan las páginas de pullas, de guerras dialécticas y de encontronazos divertidos. Chelsea no se deja mangonear por Mark y eso es algo que logra desconcertarle bastante. Una de las cosas que sin duda más destaco de la novela es que la relación va paso a paso. En un principio intentan negarse la atracción que sienten pero esta no estalla hasta bien avanzada la novela tras conocerse muy bien, saber sus puntos débiles sus inquietudes y que esperan de la vida. Antes de terminar tengo que destacar la historia secundaria de la hermana de Chelsea, creo sinceramente que se merecía su propio libro. Todo un personaje esa chica. A pesar de que es una historia muy sencilla tengo que reconocer que el final me ha emocionado y me ha sabido a poco. Nada más que problemassigue la estela de la serie, con el estilo fluido, ágil y divertido de la autora. Con unos personajes carismáticos, tiernos, divertidos y unos secundarios de lujo.