Nada nuevo Cara al Sol (reflexiones sobre el 22-M)

Repugnante. Esa es la palabra que mejor define como hoy se han levantado las portadas de los periódicos de sus intoxicadas imprentas. Todas ellas resaltaban los disturbios sucedidos en el tramo final de las Marchas de la Dignidad del 22 de marzo, y ninguna de ellas mencionaba lo pacífico de su sucesión hasta el momento en el que unos señores vestidos, como no, con pañuelos para que no pudieran ser identificados que demostraban su 'vasta valentía', boicotearon la manifestación y mancharon el nombre de la misma. Todos los periódicos de mayor tirada nacional amanecían mostrando al lector imágenes violentas e incluso de insulto hacia la izquierda. ¿Saben a cuales me refiero? A esos que defienden la unidad de España y la 'pluralidad'... ¿Saben ya?

En cualquier caso, la manifestación, que bebía de otras venidas de pueblos y ciudades de toda España, fue la mayor de la democracia. No se piense el lector que me estoy inventando datos. Medios como la prestigiosa BBC, o el francés Le Monde en sus diarios digitales definían la Marcha de la Dignidad como una enorme y gigantesca manifestación. Además, según fuentes oficiales del Gobierno, concretamente las proporcionadas por la Policía Nacional, constataron la presencia de alrededor de 50.000 manifestantes. En el habitual baile de cifras, los organizadores arguyeron la presencia de dos millones y medio de manifestantes (ello sin contar a aquellos que fueron retenidos por la Guardia Civil en los accesos por carretera a Madrid). Ciertamente, las imágenes que hemos podido ver hacen creer en un millón, casi dos, de personas. Durante 2,5 kilómetros, las arterias de la capital estuvieron literalmente colapsadas.

Lo exitoso de la manifestación, añadido a lo pacífico de la misma hasta que unos vándalos, quien sabe si manifestantes o policía, quisieron protagonizar el comienzo del telediario -y no es metafórico, puesto que las cargas policiales comenzaron cuando los principales canales abrían las noticias con un directo de la manifestación- han irritado profundamente a la cavernaria derecha de nuestro país, que solo ha podido desprestigiar a los protestantes con un buen surtido de cinismo y falsos datos, como que, por ejemplo, la manifestación estaba convocada por UGT, CCOO y el PSOE, lo que es mentira.

Esta alergia de la cavernaria derecha nazional, enmascarada con unas vanales siglas para aparentar ser un democrático partido político, son realmente un chiste, pero un chiste peligroso. Una broma que atrae a millones de votantes bajo la premisa populista de soluciones, que luego no son más que pan para hoy, hambre para mañana. Soluciones viles, contra la política; soluciones finales, si se quiere, contra la democracia. Aquí una discusión de ayer mismo con uno de esos señores de centro:

Son estos mismos señores los que luego, en un afán de patriotismo sin límites, defienden la unidad de España, el estado de derecho y todas esas palabrejas mal empleadas que utilizan para confundir al votante y ganar unas cuantas papeletas que, en su pensamiento, les dé derecho a pasarse por 'los santos decretos' la democracia y al ciudadano. Vamos: nada nuevo cara al Sol... ¿o era bajo el Sol?

Debe el lector perdonarme por esta coletilla al artículo. Hoy este blog cumple dos años desde su primera entrada y me gustaría agradecer a quienes leyeron, leen y leerán estas humildes páginas llenas de dedicación y deseo de que sean de su agrado e interés. Por ello, te digo a ti, que estás leyendo esto, gracias, gracias, y gracias.