Un básico truco de magia, se convirtió en una idea de empaque para la cinta mágica de Scotch. La acertada idea consistió en dejar las cajas aparentemente vacías y al abrirlo, se ve que tiene el producto adentro. Aunque esta propuesta me parece ser más un trucho, no deja de ser interesante para que los responsables de la marca lo apliquen en su próxima línea de empaques.