♦♦XIX Premio Tusquets Editores de Novela 2023♦♦
Un jurado presidido por Antonio Orejudo y conformado también por Cristina Araújo y Bárbara Blasco, ambas ganadoras del premio en anteriores ediciones, la periodista cultural Eva Cosculluela y Juan Cerezo, en representación de la editorial, otorgó por mayoría a esta obra de Silvia Hidalgo el ‘XIX Premio Tusquets Editores de Novela 2023′ por tratarse de un “deslumbrante retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna”. El jurado definió la novela como una “historia veraz y lacerante sobre la vivencia del deseo y la pasión, sobre cómo se sobrepone a la crisis de los cuarenta, la ansiedad por el éxito social, el desencanto del hogar, la atracción por lo prohibido”. Silvia Hidalgo una Ingeniera Informático que trabaja en ciberseguridad, destacó anteriormente con Yo, mentira publicado por la editorial Tránsito.
«Ella va al baño, en el espejo impecable encuentra por fin sus ojos negros, redondos y muertos.
Cree que esa noche no morirá.» [Pág. 85]
«Una mujer aguarda en el interior de un coche a que su exmarido recoja a la hija de ambos, que llora en el asiento de atrás. Mientras cae la lluvia y las figuras se desdibujan iluminadas por los intermitentes, ella está pendiente de su móvil y de una cita con un desconocido. Como un animal desorientado y furioso, se deja llevar por su deseo crudo, sin tapujos, en el que la maternidad, la familia, el trabajo ocupan un lugar secundario. Quiere huir de los espejismos de una falsa felicidad, pero se sitúa ante el abismo de una relación enfermiza, desquiciada, con un directivo de la empresa de su exmarido, un «hombre tumor». Nada que decir confirma a Silvia Hidalgo como nuestra Marguerite Duras: escenas turbadoras, emociones inconfesables y una escritura tersa y brillante, que deja zarpazos.»
Nada que decir es el deslumbrante retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna, una historia veraz y lacerante sobre la vivencia del deseo y la pasión, sobre cómo se sobrepone a la crisis de los cuarenta, la ansiedad por el éxito social, el desencanto del hogar, la atracción por lo prohibido.
Guillermo.- Que crees que influyó en el jurado para darte el premio.
Silvia.- Por lo que me fueron contando sobre todo era la prosa, desde las primeras páginas lo supieron. La narrativa, a rosa y el lenguaje les atraparon. la extraordinaria modernidad de la novela al hablar de un matrimonio fracasado, un atolladero del que la protagonista intenta salir con valentía para despegarse de una relación tóxica, del hombre-tumor.
G.- Que es ‘Nada que decir’.
S.- He intentado una radiografía del momento actual de como nos relacionamos, comunicamos, el lenguaje que utilizamos, todo ello a nivel emocional, los momentos, pues estamos en un momento social como muy de transición en el que vamos un poco perdidos. Tenemos claro que hay que mejorar cosas pues tenemos el objetivo, pero no el camino definido y todo esto atraviesa a nuestro personaje en concreto, pero he intentado ser más ambiciosa y he dibujado a su alrededor como nos relacionamos.
G.- Solo nombras a ‘Eva’ una vez en la novela y la he visto como una mujer sobrepasada por la vida. Las ausencias y los desapegos reinan, ¿qué opinas?
S.- Totalmente de acuerdo, has hecho una lectura muy bonita y muy real. Igual que el amor, el cariño, la ternura nos hace humanos, también el desamor, el desapego, el desasosiego, el abandono emocional nos desanima. En la primera parte vemos a Eva como un animal, ella misma lo dice, se comporta como las bestias vacías que se mueven casi por el instinto de mantenerse vivas, pegadas a las personas de una manera en la que no sabe relacionarse pues ha perdido la capacidad de sentirse con falta de afectividad.
Por eso actúa de esa forma casi primitiva, no quiere sufrir, no sabe que hacer y va probando cosas y se mete en un túnel bastante oscuro. Estaba en un punto en el que ya no podía más y decide echar a andar pero es como si escarbara en ese túnel oscuro donde al final encontrará su bolsa de oxígeno. Ha perdido sus señas de identidad como joven madre, como esposa —al marido solo lo conocemos por el nombre de el Escritor—.
«Ahora dignidad es una palabra que se le hace ajena, fue la primera que borró de su nuevo diccionario.» [Pág. 85]
G.- Construiste el personaje o te basaste en alguien conocido.
S.- Cogí el tono un poco desquiciado de enfado, de ira…, me apeteció crear desde ahí. Soy seguidora de otras autoras creadoras de mujeres ‘distintas’ como Celine, Elfriede Jelinek o Olga Tokarczuk que tienen atributos que no se ponen mucho en personajes femeninos, me interesaba que Eva fuera con esos atributos.
G.- ¿Quién es el hombre-tumor?
S.- Es el reencuentro de ella con esas carencias obsesivas que tuvo de pequeña, la forma de relacionarse, fría, como un objeto de deseo oscuro… Ella quiere formar esa familia ideal que no tuvo, pero está incómoda, no acaba de sentirse de verdad real.
Cuando aparece este personaje sabe perfectamente donde se está metiendo, perro es una zona de confort que conoce pues le viene de cuna y además como se presenta no como un hombre seguro de si mismo que sabe lo que hacer, ella se abandona pero intenta controlar sus emociones.
G.- Su madre era un personaje atascado en una misma viñeta.
S.- Se crio en un barrio obrero, eran los 70-80 en los que la mayoría de las mujeres no habían tenido estudios, no trabajaban fuera de casa, se dedicaban al cuidado del hogar mientras el hombre si salía, y ellas parecían como si estuvieran atrapados física y psíquicamente. Su padre siempre tuvo algo de fantasma.
Las últimas cinco novelas galardonadas con el Premio han sido escritas por mujeres. En 2018 Nada que no sepas de María Tena; el 2019 Temporada de avispas de Elisa Ferrer; en 2020 Dicen los síntomas de Bárbara Blasco; en 2021 Leña muerta de Marta Barrio y en 2022 Mira a esa chica de Cristina Araújo Gámir. Todas tienen en común un personaje femenino. La literatura de, y para la mujer, tiene premio.
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
La autora:
Silvia Hidalgo nació en 1978 en Sevilla, donde sigue viviendo y escribiendo. Ingeniera informática, madre, cinéfila y lectora, es también autora de las novelas Dejarse flequillo (Amor de madre, 2016) y Yo, mentira (Tránsito, 2021). Nada que decir es su tercera novela.
El libro:
Nada que decir ha sido publicado por la Editorial Tusquets en su Colección Andanzas, 1051. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 220 páginas.
Como complemento pongo un vídeo en el que Silvia Hidalgo nos habla de su novela Nada que decir.
Para saber más:
https://www.instagram.com/lacallarga/
https://www.facebook.com/silvia.hidalgocallarga