Revista Libros
Escritor: Alex Declercq. (Blog del escritor: "Creo que no sé")
Si plantáramos en un terreno semillas de ideas, surgiría “Nada que no sabías”. Un libro un poco loco que me ha gustado mucho, que ha conseguido mantenerme todo el rato curiosa, haciendo lo mejor que se puede hacer en estos casos: dejarse llevar.
Hay en este libro un mundo onírico de las letras que toman vida, como si éstas fueran personajes de carne y hueso, juegan todo el rato, y juntas quedan de maravilla, reflejando pensamientos e ideas unas veces algo surrealistas, y muchas más con sentido muy realista, pero en cualquier caso, siempre divertido, porque este don el escritor lo domina muy bien: “Si hacés algo sin sentido al menos hacelo divertido” y entre letras y letras, de vez en cuando, debido sólo a que el escritor no tiene nada de racista, aparece algún número, porque hasta éstos tienen hueco. Entre este desfile de pensamientos, que me recuerdan a ratos a esos que se van colando en la mente del meditador, me han gustado especialmente los referidos a sus viajes. Aparece Alemania, que si algún día voy, lo primero que haré es ver si hay o no hay bancos para sentarse; Nueva York, al que él llama “Fea York”; Oriente Medio; Argentina; Rusia; Polonia; España; etc, etc. Estupendas las anécdotas como por decir alguna, la de los italianos que viendo el museo de Auschwitz, pasan a toda velocidad por la parte dedicada a Mussolini; Y todo lo demás como, los comentarios anti-tabaco; la descripción y comportamientos en los velatorios; la política, con referencia a MacCain y Obama, por ejemplo; la Argentina expoliada de Menem, el lamento por la pérdida del orgullo argentino que parece haber pasado a la actividad de copiar a los países del hemisferio norte; también cuando habla de lo nostálgico; de las relaciones de pareja, o familiares; y que no falte la soledad y el escritor; y mucho más que no puedo decir por no hacer esto tan largo.
Me imagino a este escritor, con mucho de viajero, correteando las calles, visitando lugares, “borracho de ideas” y eso sí, siempre bien armado, porque como él mismo dice “sin libro, sin cuaderno ni lapicero, soy como un americano en una tierra distinta”.
He aquí algunos ejemplos cogidos al azar: “El tiempo es el cirujano estético de los recuerdos” “Explicar la imaginación es como preguntarle a la cordura por qué no es divertida” “Los minutos son kilómetros que si son bien recorridos alcanzan una velocidad inmutable. La felicidad es velocidad. Es por eso que la tristeza es tan lenta” “El libro que te dice una cosa hoy, igual mañana se queda callado” “El tiempo es el significado más variado. Lo hechos nunca dejan de ser pero los significados sí” “Nos quedamos cuando la risa es gratis y nos vamos cuando el compromiso es caro”.
Me ha parecido un libro diferente. Es inteligente, creativo e innovador. De esos destinados a ser releídos de forma caprichosa, porque después de haberlo ya leído de corrido, ahora apetece seguir leyéndolo, pero a ratos y al azar, salteando párrafos.
Como despedida, una cita divertida del libro, que dedico a los que somos lectores, veamos: “Un tipo infeliz es aquel que entra en una librería sin haber terminado su libro”
Última despedida, una genial: “El comunismo es el capitalismo con censura y la democracia es rojiza”