Traductora: Irene Oliva LuqueEditorial: GatopardoISBN: 9788417109592
Páginas: 333
Janice Galloway cuenta en Nada que ver conmigo la historia de su infancia, el mundo en el que las palabras y la música eran para ella secretos felices y la vida familiar oscilaba entre la absurdidad y la desintegración. Con un padre borracho, una madre leal y una hermana mayor perversa y dominante, Galloway creció con los ojos bien abiertos y la boca cerrada.
En este libro sombríamente divertido, la autora evoca la esperanza y la confusión de la niñez, y describe cómo, poco a poco, una incipiente furia insospechada empuja a una niña callada a encontrar su voz y su lugar en el mundo. (Sinopsis de la editorial)
Nada que ver conmigo es la autobiografía de la escritora Janice Galloway, desde que era muy pequeña hasta el comienzo de su adolescencia. Yo no conocía este libro, ni siquiera a la escritora, hasta que fue publicado por la editorial Gatopardo. Como ya he leído varios libros de la editorial y nunca me decepcionan, decidí darle a esta novela una oportunidad.
Me ha gustado mucho cómo Galloway lleva a cabo su autobiografía: no lo hace desde el punto de vista de la escritora adulta, sino que nos cuenta las cosas que le sucedían desde los ojos de la niña que fue. Aunque el ritmo del libro es pausado y se nos va desgranando poco a poco el día a día de esta familia a través de los años, lo que nos cuenta la autora no es precisamente una historia feliz. Janice y su madre tienen que huir, al principio del libro, de la vivienda familiar, debido a los malos tratos de su padre. Cuando ya están instaladas en una pequeña casa y su vida es más o menos estable aparece la hija mayor, Cora, que se queda a vivir con ellas tras abandonar a su marido y a su hijo, y sume sus vidas en un huracán continuo.
El personaje de Cora merece una mención especial. Hacía tiempo que no leía sobre un personaje tan odioso en una novela. Cora es egoísta, violenta, caprichosa, y cada vez que hace su aparición en la historia se intuye que va a tener una de sus explosiones de ira y arremeterá contra quien tenga enfrente, que además suele ser, por desgracia, su hermana Janice. Janice admira y teme a su hermana a partes iguales, con lo que los arranques de Cora contra ella le duelen aún más.
Janice Galloway
Con este panorama familiar, la autora se describe a sí misma como una niña tímida y callada, que intenta pasar lo más desapercibida posible tanto en el colegio como en casa, porque sabe que de esa manera es más fácil esquivar los enfados de los demás. A pesar de que el libro no está exento de un cierto humor irónico, la infancia de la autora fue triste, y el que esté contada de forma que leemos lo que sentía esa niña, sentimientos que ni siquiera podía expresar abiertamente, hizo que empatizara muchísimo con ella y también sufriese con lo que le sucedía.Pero también en el libro se ve que Janice tenía sus válvulas de escape, y éstas eran los libros y la música. La niña se refugia en los libros que saca de la biblioteca para adentrarse en unos mundos que no son el suyo, y le sirven para evadirse de la realidad. Además su amor por la música está presente en todo momento, con ese deseo de un piano que continuamente ve a través de un escaparate; un amor que ni siquiera la profesora de música más inepta puede frenar (las vivencias en el colegio también distan mucho de ser agradables).
Además de contar la vida de todos estos personajes, en la novela tiene mucha importancia el entorno en el que se desarrolla la acción: un pueblo de Escocia del que Galloway describe con detalle sus calles, sus barrios, sus casas, haciendo que comprendamos mejor cómo era la vida de la familia Galloway en aquella época.
Si os gustan las autobiografías, Nada que ver conmigo es más que recomendable. Es un libro valiente y sincero en el que la escritora contempla desde su madurez una infancia complicada, y que supongo que le sirvió, con la distancia de los años, como medio para comprender mejor esa etapa de su vida.