Nadal, con un crespón negro en recuerdo a Seve Ballesteros, resta una pelota -EFE.
A la altura del corazón y en cada una de las camisetas amarillas que utilizó llevaba Rafa Nadal llevaba un crespón negro en recuerdo al golfista Severiano Ballesteros, fallecido a los 45 años. "Este partido es para él", dijo, emocionado, el tenista balear nada más ganar a Roger Federer por 5-7, 6-1 y 6-3 para acceder a la final del Másters de Madrid por tercer año consecutivo (La Sexta, este domingo a partir de las 18:30 horas). "Es un día realmente triste para España y para todos los deportistas", prosiguió, antes de completar que Seve fue un "ejemplo de superación" y "un pionero". Nadal se enfrentará ante Novak Djokovic, vencedor de la otra semifinal ante Thomaz Bellucci por 6-4, 4-6 y 1-6 e invicto en 2011.
La final del torneo en 2009 y 2010 se adelantó una ronda. El Nadal-Federer es el duelo por excelencia del siglo XXI, pues desde que el suizo ganase Wimbledon en 2003 ambos se han repartido 25 de los 30 Grand Slam. Se han enfrentadado 24 veces y el español ha ganado en 16 ocasiones: es quien más ha podido sacar de sus casillas al suizo, desconocido tras el último punto del primer juego del segundo set. Federer se enfurruñó con el juez de silla: aseguraba el número tres que el resto de Nadal había salido fuera. Una imagen tan significativa para el suizo como sus lágrimas en Australia.
Reacción del suizo
Ese gesto incómodo marcó la remontada del Nadal, que logró un resultado más holgado de lo que fue su juego. El actual campeón había perdido la primera manga tras ceder un 3-1 y haber resistido tres veces una rotura de servicio. Federer jugó más agresivo, más alegante y efectivo e incluso se impuso en el aspecto mental en ese momento. El ex número uno mundial se sobrepuso también a tres pelotas de rotura en el úndecimo juego, que se acabó llevando, como el siguiente (5-7).
El Másters de Madrid es el torneo de arcilla más atípico, el más amable para especialistas en pista rápida. Se combinan los 655 metros de altura de la capital española, fondos más estrechos de lo habitual y que dipone de cubierta, que esta vez decidieron utilizar. Un contexto que beneficiaba a Federer, que a partir de entonces falló en los momentos clave. Nadal lograría igualar el encuentro ganando el segundo set, tan igualado en puntos como desigualados en juegos ganado (6-1). A punto estuvo el español de cejar en cero a su rival en la manga, algo que sólo ha logrado una vez en su carrera. Nadal estuvo más pícaro y supo sacar en momentos decisivos al cuerpo de Federer, bastante errático en el último set, tanto como para ceder un 4-1. El suizo consiguió alargar el encuentro, pero Nadal no desaprovechó su primera pelota para llevarse el partido. Federer restó a la red y Nadal alzó el puño. Después, detallista, dedicó su victoria a otro deportista ejemplar, Severiano Ballesteros. El deporte mundial está triste, de luto.