Revista Cultura y Ocio
Aquí, desde luego, todo es desierto, pero no hay lugares desiertos. Nadie ha visto nunca un lugar vacío. Cuando uno lo mira, ya no está vacío –uno mismo es el que mira, la mirada, el lugar–. Sin uno, no hay mirada ni tampoco lugar.
Juan José Saer.-
(en Nadie nada nunca. Editorial Rayo Verde.)