Nadie Nos Enseña A Ser Madres.

Hija mía:

Sé que nadie nos enseña a ser madres…
Lo vamos aprendiendo en el camino, y no es fácil…
Cuesta muchas horas de desvelo, muchas lágrimas, sinsabores, desplantes y desaires…
Muchas veces pareciera que hacemos todo mal; y en mi caso, he pensado una y otra vez cómo es que mi mami podía hacerlo tan fácil…
Éramos 5 mujeres y todas con un carácter fuerte y diferente.
Pero ella siempre supo como reaccionar con cada una.

Cuando me tocó ser madre, prometí hacerlo mejor que ella…
Uyyyyy… ¡Jamás supe lo que dije…!
Ni siquiera con la primera fue sencillo…

¡¡¡Llorabas noche y dia… !!!
Había que atenderte noche y dia, y yo… ¡¡¡me volvía loca!!!
¿Cómo es que mi mamá te cargaba y de inmediato te callabas?

Al paso del tiempo, con la experiencia adquirida y mis hijos grandes, admiro más a mi madre.

Aún hoy, sigue luchando porque sus hijas siempre sean más, porque se levanten si han caído, que retomen y salgan adelante..

Siempre está ahí para todas, y para todas siempre tiene un consejo, un regaño..
Y para todas siempre tiene un abrazo, un beso, su bendición.

Me siento afortunada porque Dios me permite abrazarla aún, porque saber que aún está aquí para mí, me da una fortaleza enorme.
Le agradezco que me haya guiado y enseñado con el ejemplo.

Mi madre ya es mayor…
Ya no tiene la rapidez ni la fuerza física de antes…
Pero aún conserva su tenacidad y su gran capacidad para perdonar los errores y seguir amándonos como lo hace…

Agradezco a Dios por darme la madre que tengo.
Sé que no es perfecta -yo tampoco lo soy y tú tampoco lo serás-, pero ¡es la madre perfecta para mí, y no la cambiaría por nada!

¡Ánimo hija!
Cuando las cosas parecen tan turbias, sacamos fuerza de donde ni siquiera pensamos que existe.

¿Sabes qué es lo mejor?
Que al tiempo, te darás cuenta de la enorme guerrera que llevas dentro.
Podrás con todo lo que se te presente y más.

Te amu.

Mayra Esquivel.