Mariajo, Naiala y Ramon, en el Marina Besòs. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Sant Adrià de Besòs
—¡Hola! Soy Naiala, la de la camiseta.
La niña se sienta en el parqué con el fotógrafo, justo después de que Iva Brkic meta un triple y distancie al Ibaeta por 14-24 ante el Bàsquet Femení Sant Adrià. Naiala Sánchez Moreno lleva una cinta blanca en la cabeza, la coleta recogida en una goma y no ha tenido tiempo de quitarse la protección de las orejas para jugar con pendientes sin peligro. Hace unos minutos estaba en la Garriga disputando su tercer partido con el AE Boet Mataró y ahora anima al Bàsquet Femení Sant Adrià, su club de formación y del quees socia. También lo son sus padres, Ramon y Mariajo. Los tres han venido al Marina Besòs.
Naiala, de nueve años, lleva la excusa del reportaje en una bolsa blanca. Es casi su tesoro. O sin el casi. Su camiseta de calentamiento del Bàsquet Femení Sant Adrià está firmada por muchas jugadoras que han pasado por el club y otras de la Liga Día. La pequeña, risueña y reflexiva, tenía claro cuál tenía que ser la primera en estampar su firma: Ainhoa López. —De ese equipo Ainhoa López era la que más me gustaba porque era muy rápida. Bueno... O, al menos, para mí... Fui a la fase de ascenso de Cáceres. Lástima que perdiésemos la final... –lamenta Naiala. Era el 1 de mayo de 2016 y el Bàsquet Femení Sant Adrià se quedó a 40 minutos de subir a Liga Femenina. El Araski no le dio opciones. El conjunto catalán lo lograría el curso siguiente, el 23 de abril de 2017 y en León, ante el CB Alcobendas. Una de las protagonistas fue Itziar Llobet, ahora en el AE Boet Mataró y siempre presente en la camiseta de Naiala.
Naiala con su camiseta de autógrafos. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Sí, Itziar fue de las primeras que me la firmó. Creo que la segunda fue Helena López. Mira, aquí están las de Marta Claret, Olga Ruano, Cristina Hurtado... —Ese 6... ¿Tienes el autógrafo de Silvia Domínguez también, Naiala?—¡Sí! –responde. —Y el de Laura Nicholls –sigue su madre. —¡Éste es el de Belén Arrojo! –continúa Naiala. —Tamara Abalde y María Conde –sigue Mariajo. —¡Rosó Buch! –se emociona la hija. —Nicole Romeo... –apunta la madre. —Éste es el autógrafo de Haley Dunham –sigue Naiala al descanso, al que se ha llegado con un 30-42 ante un Bàsquet Femení Sant Adrià que se acercó 30-35 con un triple de Laura Peña. La puesta en escena de Aina Ayuso reactivó a las locales. —La de Dunham ha sido la primera firma que tenemos de esta temporada –interviene Ramon. —¿Hoy pedirás algún autógrafo, Naiala? –le pregunto. —Alguno cogerá –responde el padre. —¿Verdad, Naiala? –sigue la madre. —No sé... [Risas] –confiesa la hija. —¿Maria Jerpersen...? –le pregunta Ramon. —Que no sé, papa. —¿Qué jugadora del Bàsquet Femení Sant Adrià te está gustando más? –le pregunto.—Pues... —A ella le gusta mucho Helena, ¿verdad? –interviene Mariajo. —Sí... Pero ya tengo su firma. A ver, a ver... ¿Qué autógrafos me faltan? –se pregunta Naiala. —Este año son casi todas nuevas –añade el padre. —Del año pasado te falta, por ejemplo, Mariam Coulibaly –le digo a la pequeña.
La pequeña, exjugadora del Femení Sant Adrià y socia, ahora en el AE Boet Mataró, y su tesoro. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
El padre tiene el rotulador preparado en la mano. La camiseta está guardada en su habitación. Antes Naiala se la ponía siempre para calentar antes de sus partidos con el Bàsquet Femení Sant Adrià, y había saltado con ella a jugar al Marina Besòs en algún descanso o tiempo muerto de partidos del primer equipo.
—Cuando esté llena de autógrafos, le haremos un marco y la colgaremos, ¿no? –propone Ramon.
La pequeña ha jugado cuatro temporadas en el Bàsquet Femení Sant Adrià, donde hizo muchas amigas y aprendió a jugar y a querer al baloncesto. Un tuit de Mariajo, su madre, resume cómo es esta familia y qué valores defiende: "Escuchar, apoyar y disfrutar". Hace unos meses le surgió la posibilidad de empezar una nueva aventura en el AE Boet Mataró. Se la ofreció Lara Suanzes, que la había entrenado en la escoleta, en Sant Adrià, y que ahora coordina y entrena al premini y mini del equipo mataronense.Naiala está contenta en su nuevo club y con sus nuevas compañeras: "Hoy hemos jugado el tercer partido y hemos vuelto a ganar". Pero no se olvida de sus orígenes y sigue apoyando al Bàsquet Femení Sant Adrià. —¿Cómo ves el partido? —Complicado... –responde Naiala. —Habéis concedido muchos puntos fáciles tras pérdidas, pero el equipo ha crecido en confianza e intensidad. También en actitud –le comento. —El equipo es muy joven todavía. Necesita tiempo –interviene Ramon. —¿Naiala, te imaginas dentro en unos años en Liga Día jugando con el Boet o el Sant Adrià? —No sé... [Se ríe]. Sí, pero no sé. —Y que Toni te hiciera otra entrevista, ¿no? Le quedan muchos años para crecer y mejorar –apunta el padre. La niña está en esa época en la que no tiene posición en la pista todavía. —¿Cuál tendría si tuviese? –pregunta.—¿Tú? Escolta, alero... Por ahí –resuelve el padre. "¡Los regalos...¡ ¡Ya!", se queja en el banquillo Glòria Estopà, tras otra pérdida infantil de su equipo, que se acerca 43-50 a los 27m 40s y ve cómo el Ibaeta aprovecha sus errores para volverse a distanciar con un parcial de 0-7 en poco más de dos minutos. Pese a la electricidad de Helena López y la plasticidad de Aina Ayuso, el Bàsquet Femení Sant Adrià se aproxima como máximo a nueve puntos (52-63 a falta de 3m 40s) y acaba cediendo por 60-73. La mejora es evidente después de dos partidos difíciles de digerir ante dos gigantes como el Gernika y el Uni Girona. —Al final del partido Naiala le pidió el autógrafo a Maria Jespersen. No estaba muy inspirada. [Se ríe]. Estuvo más con sus excompañeras –me cuenta horas después Ramon. Minata Keita, Mónica Lázaro, Nora Galve, Mariam Coulibaly... Ya sabéis, a Naiala le faltan vuestros autógrafos y os los pedirá.