Bajo un almendro en flor,
cuando la tarde caía, cansado por la labor,el Pastorcillo dormíajunto a la Madre de Dios.Su madre, con amor,en los brazos lo acunaba,así le daba calor,sus manos lo acurrucaban...ay! bajo un almendro en flor.
De los besos que le dabael hijo se despertó, y en la noche se escuchabauna nana al Niño Diosque la Virgen le cantaba:
(Estribillo)Duerme Tú, duerme mi niñoduerme mi Buen Pastorcilloque yo cuido del rebaño,duerme tranquilo mi niño.
Sueña que ya llega el día,que la noche se engalanapara verme, de Pastora,caminar por Cantillana.
Santiago Pérez Ríos