Increíble. Álvaro no deja de sorprenderme. Un libro tras otro me doy cuenta de que ningún libro es demasiado extenso, difícil, extraño o inadecuado si quien lo comparte con un bebé sabe mostrárselo adecuadamente. Esta mañana, bien tempranito, nada más despertarse mi fiera, lo he colocado en mi regazo y le he leído algunas de las nanas que la editorial Media Vaca seleccionó para este tomo. Su atención era infinita. Su disposición total. Con un dedito diestro y delicado acariciaba alguna de las bellas ilustraciones que Noemí Villazuma hizo brotar del papel con mimo y detalle para estas páginas. Un par de risitas al contemplar nuevas ilustraciones, bailoteo tenue al reconocer alguna rima, miradas de satisfacción y una ilusión tremenda en sus ojitos. Menudo sabor de boca me ha dejado el primer acercamiento a este libro con él. Es cierto que he elegido los poemas más cortitos y rítmicos, que algunas palabras las reconocía de oírmelas (le ha encantado el poema "La nana de Julia" de Goytisolo y manoteaba alegremente), pero sin duda la elección de poemas y las maravillosas ilustraciones logran atraerlo.
Cuando nos acercamos a un libro nuevo, especialmente ahora que el peque está tan activo y tiene curiosidad por todo lo que le rodea, selecciono los textos (la lectura lineal resulta tarea ardua aún), le permito volver a leer páginas ya leídas y, por supuesto, le describo cada dibujito que le llama la atención. Sobra decir que cuando deja de interesarle lo que tenemos delante, el libro desaparece elegantemente hasta la próxima ocasión. Nunca lo presiono para que preste atención, ¡tenemos mucho tiempo y nunca leer ha de ser una obligación!
Media Vaca acierta con esta selección de variadas nanas (las más visitadas son de Mistral y Fuertes) escogidas por Herrín Hidalgo para este volumen. Una auténtica joya también para regalar también a adultos.