“Déjamelas todas. No me quites una sola arruga. He tardado una vida para ganármelas” Nannarella –como la bautizaron sus fans - no necesitó parecer para “ser”. Y tampoco una belleza perfecta para desplegar sensualidad. Le bastaron esa mirada encendida, los cabellos revueltos, su voz y temperamento…
Anna Magnani dio la cara. Una cara con ojeras insomnes y ojos inflamados de sentimientos y fuerza arrolladora. Cara latina, de Mamma, de esposa, de amante, de puttana…Cara de Mujer.
Nadie sabe a ciencia cierta si fue actriz o simplemente se dedicó a interpretarse y reinterpretarse a sí misma durante toda su carrera, pero es lo de menos. Magnani irrumpía en escena y se convertía en una Pina sola, vulnerable y desesperada que corría detrás del camión de la Gestapo que llevaba a su amado, de “Roma, Ciudad Abierta”. Y era la afligida viuda Serafina de “La Rosa Tatuada” o la prostituta que soñaba dar una vida respetable a su hijo en “Mamma Roma”; la “Medea” que prendía fuego al teatro, la sufrida esposa Rosa en “El Secreto de Santa Vittoria” o la inolvidable madre de “Bellísima”
¿Qué “vemos” cuando vemos a Anna Magnani?¿El mito del cine italiano?¿la leyenda? Sí, pero también y quizás, una Mujer sin cirugías a quien el tiempo no avergonzó, con labios reales que gritan, murmuran y besan, una nariz irregular, ojos grandes, pelo negro, dolor, gozo, Roma, neorrealismo, tragedia, arrebatos viscerales, pasión…passione.
Nota: Los rostros son un documento único en el que la vida deja testimonio. Amores –soñados, encontrados, perdidos- hijos, amigos, ambiciones, alegrías y sinsabores quedan “escritos” también en esas arrugas que hoy se desprecian. En el siguiente video: “Il corpo delle donne”(El Cuerpo de las Mujeres) un reflexivo material sobre las imágenes femeninas actuales en las pantallas de televisión.
* Anna Magnani – Sito ufficiale
* Enlaces: Wikipedia
* Imágenes: Internet