Revista Cultura y Ocio
Después de varios meses sin actualizar este blog multidisciplinar por causas diversas, vuelvo al ruedo motivado fundamentalmente por el fortuíto descubrimiento de valores que han permanecido en la sombra, al menos para mí, pero no para el mundo del arte que se ha beneficiado enormemente de la profesionalidad y buen hacer de estos maestros artesanos. Es el caso de Napoleón Morillas, granadino de pura cepa y en el que la búsqueda de la máxima expresividad le ha llevado a recrear, restaurar e investigar a través de las formas figurativas y geométricas intentando mezclar realismo y abstracción.
Las tres dimensiones son el medio perfecto para materializar un pensamiento, hacerlo tangible y compartir su emoción. Es el patrón seguido por este genio que moldea y recrea en escayola principalmente el purismo que en un flash back nos traslada a la Granada nazarí. Un auténtico seguidor del arte nazarí, tan genuíno como cosmopolita. Creo que el mundo del arte es un mundo intenso, provocativo y cambiante. Y todo ello tiene que estar acompañado de la búsqueda constante por la creatividad y la intención de provocar con ello que el espectador vea, intuya y visualice a través de los juegos de luces, sombras, vanos y macizos creados en las esculturas, la gran labor de un artesano y la espiritualidad que permanecen en constante crecimiento en la persona de Napoleón Morillas.