[NARS] Promiscuous, yo??

Si algo tiene a los científicos de la industria cosmética devanándose los sesos durante generaciones es la consecución del labial perfecto. A pesar de que todas tenemos un labial que es para nosotros amor en barra* lo cierto es que, como inconformistas, idealistas y revolucionarias que somos, siempre hay algo más que podríamos exigir a nuestro fetiche preferido.
Así, seguro que la mayoría de nuestros labiales podrían ser más cremosos, mates, pigmentados, hidratantes, duraderos o, simplemente, más baratos pero lo cierto es que, hoy por hoy, la ciencia tiene un límite y mientras aún quede por inventar el maquillador automático de El Quinto Elemento no todo en materia de labios está dicho. Ni mucho menos.
Retomando el tema del fetichismo os tengo que confesar que una de mis debilidades, como no, son los labiales, acusando una cierta predisposición al formato lápiz. Por ello las Navidades pasadas, cual fantasma que atormenta a Ebenezer Scrooge, a mi me quitaba el sueño la posibilidad de quedarme sin el codiciado kit de regalo (auto regalo en mi caso) Promiscuous que sacó la amada/odiada NARS como parte de la polémica colección Guy Bourdin.
Dejando de lado el tema del controvertido arte que realizaba este señor y sobre el que tantas y tantas cyber-reflexiones se dieron en su momento, lo cierto es que puedo afirmar, sin lugar a dudas, que ha sido una de las mejores inversiones cosméticas que he realizado. 
El conjunto, cuyo precio creo recordar que era unos 39 euros (más el 20% que pillé en tienda), está compuesto por un curioso y práctico neceser en raso negro con un beso de plástico azul en uno de sus costados y cinco minitallas de algunas de las más icónicas producciones labiales de la marca: Dolce Vita, Never Say Never, Cruella, Sex Machine (Velvet Matte Lip Pencil) y New Lover (Velvet Gloss Lip Pencil)
Estas tallas, de un poco menos de la mitad del formato original sirven de maravilla como iniciación al mundo del terciopelo labial que nos propone François y que es ya un hito en el mundo de la cosmética por su aspecto sedoso y homogéneo, su duración excepcional y su confort indiscutible. Por supuesto, a pesar de que el acabado es muy diferente, estas mismas premisas de confort y durabilidad se pueden aplicar al New Lover, el cual abre una vía de infinitas posibilidades para las amantes de los acabados glossy de larga duración.
Personalmente, éste y el mítico Cruella son dos de mis favoritos aunque, sin duda, al que más uso le he dado desde el día que se vinieron a casa conmigo ha sido al Dolce Vita que sirve para cualquier look y situación que nos podamos imaginar.
Por último, una serie de consideraciones que tampoco tienen mayor trascendencia pero que me parecen de obligada mención son que he notado cierta diferencia en la textura de los labiales y en su pigmentación entre invierno y verano (nada raro considerando las variaciones Saharianas que se dan en mi casa entre una y otra estación), siendo más cómodos de aplicar a temperatura tropical y, por último, que paradójicamente estos labiales no parecen llevarse nada bien con el Prep+Prime de MAC aunque, como os decía, son tan resistentes y cómodos de usar que no requieren de nada más. Aparte de esto, cabe mencionar que, obviamente es un formato muy cómodo (o al menos a mí me lo parece) tanto para aplicar en casa como para llevar en el bolso, más aún si tenemos en cuenta que ésto son mini tallas. 
Por todo lo mencionado anteriormente y dejando ya muy atrás aquella rencilla de la Narsissit yo me declaro, aquí y ahora, fan absoluta de estos labiales a los que tan sólo una pega se les puede poner: que no sean gratis.

Esto es todo por hoy, espero que hayáis disfrutado de esta entrada en este martes que da el pistoletazo de salida a la segunda quincena del mes y que trae la promesa del calor, las playas y las terracitas para quien esté cerca del mar con dinero en su bolsillo y tiempo libre en su futuro. Yo aquí me quedo en mi cueva, bebiendo cerveza de Super y usando autobronceador como una loca. Eso sí, con los morritos pintados como una reina. ;)
Un besazo
* Qué mal ha sonado eso!