La agencia espacial estadounidense han hecho público un video en el que muestra cómo pretende atrapar un asteroide y acercarlo a la Tierra para su estudio
EE.UU.-Con varios días de retraso, la NASA ha desvelado por fin cómo pretende capturar un asteroide y acercarlo a la Tierra para su estudio, probablemente al segundo Punto de Lagrange entre la Tierra y la Luna (EML2). La idea parece sencilla, y consiste en localizar un pequeño asteroide de entre 5 y 7 metros, enviar hasta él una nave capaz de capturarlo y colocarlo en el sistema orbital entre la Tierra y la Luna.
Cuando la órbita del asteroide pase cerca de la Tierra, los astronautas podrán llegar a él en la capsula espacial Orion, estudiarlo cómodamente y tomar muestras de tierra para analizar.
Se espera que en la década de 2030 el mismo asteroide pueda servir como base para lanzar una misión con astronautas a Marte.
Las estimaciones que barajan los expertos hablan de un coste de más de 2600 millones de dólares para un asteroide de siete metros y 500 mil kgs. VIDEO
En cuanto a los posibles riesgos, los investigadores aseguran que la misión no supondría amenaza alguna para la Tierra ya que los asteroides elegidos serían del tipo C (condritas carbonáceas, los más comunes), que tienen la misma densidad que “una bola de barro seca” y que, además, llegarían hasta nuestro planeta a una velocidad muchísimo menor que la del asteroide (de similar tamaño) que hace unas semanas explotó en Rusia, sobre la ciudad deChelyabinsk.
Sin duda, la parte más difícil, según explica Paul Dimotakis, del Caltech, sería encontrar un asteroide adecuado, ya que se necesita una roca bastante más pequeña que las que habitualmente se ven pasar en las proximidades de la Tierra. Algo que, con la tecnología actual de detección, resulta bastante complicado. Y si bien es cierto que algunos candidatos potenciales podrían ya haber sido detectados (y desechados como “ruido” por los algoritmos de escaneo de los grandes telescopios), sería necesario también calcular a la perfección sus órbitas y elegir uno que volviera a pasar cerca de la Tierra hacia el 2020, año en que se preve que esté lista la misión.
Otra ventaja, aseguran los impulsores de la idea, sería que el proyecto podría resultar de gran utilidad en el caso de que nos viéramos amenazados por un asteroide que siguiera una ruta directa de colisión contra nosotros. Por no hablar del creciente interés de más de una compañía privada por encontrar un medio de explotar comercialmente los recursos de los asteroides, en especial agua y metales. Todo un desafío, pues, que podría convertirse muy pronto en realidad.