El Observatorio Solar de laNASAha anunciado que una potente tormenta geomagnética impactará este viernes contra la Tierra, después de haber descubierto un agujero en la atmósfera del sol del tamaño de 20 tierras.La intensidad de la tormenta es de G4(nivel severo) en una escala de 5, lo que puede generar dificultades en ciertos sistemas electrónicos.
De acuerdo con el Space Weather Prediction Center de la National Oceanic and Atmospheric Administration de EEUU (NOAA), esta tormenta geomagnética puede provocar problemas de control de voltaje, riesgo de arrastre atmosférico en satélites de órbita terrestre baja o problemas en los sistemas de geolocalización, como los GPS. No habrá consecuencias de más importancia en nuestro planeta.
Según explica la web especializada Space.com, se trata de la tormenta solar más potente de los últimos seis años. Entre otros efectos, el evento desplazará las conocidas auroras boreales a zonas más al sur del planeta, y se podrá observarlas en latitudes de hasta 45º. Normalmente, las auroras solo son visibles en latitudes comprendidas entre los 70 y los 60 grados.
De hecho, las auroras se podrán ver en países como Canadá, Estados Unidos, Rusia, Noruega, Groenlandia y hasta en zonas del Reino Unido.
¿Qué es una tormenta geomagnética?
Las tormentas geomagnéticas son “perturbaciones del campo magnético de la Tierra, causadas por el material solar de las eyecciones de masa coronal (CME), grandes expulsiones de plasma y campo magnético de la atmósfera solar”, según explica Space. Sin embargo, esta tormenta fue provocada por una CME “sigilosa”, por lo que ha sido difícil detectarla.
De hecho, la NOAA sí fue capaz de detectarla, pero no pudo prever la intensidad de la tormenta (G4). “Estas tormentas casi invisibles se lanzan mucho más lentamente que las CME eruptivas y son muy difíciles de observar dejando la superficie del sol sin un entrenamiento especializado”, señala a Space la especialista en predicciones de clima espacial Tamitha Skov.
Esats estructuras “sigilosas” también tienen la capacidad de “camuflarse” con otras emisiones más densas del sol, lo que dificulta su observación. “Es por eso que son la causa de las ‘tormentas geomagnéticas problemáticas’ como la tormenta de nivel G4 en la que nos encontramos ahora”, explica Skov.