Pues sí. Estoy y estamos todos hasta las narices de este equipo que tenemos. Disgusto tras disgusto es lo que nos encontramos semana sí y semana también dentro y fuera del Nou Estadi. Tenemos un Nàstic hoy por hoy desecho y sin hoja de ruta. Es un equipo hundido, no solo en la tabla, anímicamente que se arrastra por el campo y lo peor de todo es que no hay síntomas de mejoría. Es más, a cada partido que pasa peor.
Hoy teníamos la oportunidad de salir un poco de esa ansiedad en la que estamos inmersos buscando la primera victoria. Delante un Cartagena hundido en el último puesto de la clasificación y sin puntuar. Teníamos una oportunidad que no hemos sabido aprovecharla. El empate a cero entre los dos últimos de la tabla ha reflejado el por qué de la situación de ambos. Han hecho honor al puesto que ocupan tanto el Nàstic como Cartagena.
El partido, si se le puede llamar así, ha sido malo, malo y más malo. Dos conjuntos que juegan al pelotazo y no son capaces de crear juego por sí solos. Suerte que delante del Nàstic estaban los del Efesé ya que si hubiera habido cualquier otro equipo de segunda nos hubieran de nuevo pasado por la piedra. Despropósitos en ambos equipos y muy nerviosos sin saber que hacer con el balón buscando más el fallo del rival, que hubo muchos, que no el propio acierto. Empate a cero y cero para granas y, al menos hoy, azulados.
Está visto que el juego del equipo no cambia y si lo hace es para peor. Son ya suficientes jornadas que llevamos para darnos cuenta que este proyecto no lleva a ninguna parte. No soy de los que piden la destitución del entrenador fácilmente pero es que nos lo ponen fácil para que esto ocurrra. Espero que mientras estoy escribiendo ésto se le esté comunicando a Oliva que su paso por el Nàstic ha llegado a su fin. La pitada de los asistentes al final y durante el partido no deja lugar a dudas. Es cruel pero no hay otra solución. Se necesita un cambio de todo para, al menos, intentar agarrarse al famoso clavo ardiendo y tener un mínimo de esperanzas de poder salvarnos ya que si hoy me lo preguntan diría que este Nàstic no tiene solución y el único destino es la segunda B. Y ojo con Nogués porque debería ser el siguiente en preparar las maletas. Sus proyectos no han funcionado de ninguna de las maneras y eso querrá decir algo.
Esperamos noticias del club respecto a lo que, casi seguro, ocurrirá en las próximas horas.
