Revista Deportes
Desilusión con letras mayúsculas lo vivido el pasado sábado en el Nou Estadi de Tarragona. Estábamos esperanzados y, casi, confiados de que los tres puntos se quedarían en casa y con ellos podríamos salir de la zona de descenso. Lo teníamos todo a favor para seguir nuestra racha de cuatro partidos sin perder y sin encajar un gol. Al final nada de nada. Encajamos dos goles y lo peor, perdimos.
Fue nuestra primera derrota con D'Alessandro como entrenador. Mucho castigo para los méritos del Recreativo. Nuestra primera parte fue bastante aceptable. El Nàstic se subrepuso al gol visitante en el minuto uno de partido cuando aún no nos habíamos acomodado en la silla. Empató rápido el equipo grana y todo parecía que conseguiríamos romper otro maleficio que tenemos encima que es el de remontar un partido. Fuimos mejores que los andaluces y pudimos marcar algún gol pero no estábamos acertados de cara a portería con un Powel no recuperado de sus molestias y que en el descanso se quedaría en el banquillo. Arzu se lesionó y también abandonó el encuentro antes de la media parte.
La segunda parte dominamos el juego de una manera estéril. Tocar y tocar ante un Recre muy bien posicionado que no dejaba hueco alguno para las entradas del Nàstic. Era imposible penetrar su defensa. Buscaban el empate e intentar sorprender en alguna contra como así hicieron cuando Sergi Enrich consiguió perforar la portería de Rubén Pérez a falta de diez minutos para el final. Cinco minutos antes el Nàstic la tuvo cuando Peragón cabezeó un balón al larguero y todos cantábamos el gol. Hubiera supuesto el dos a uno para los locales.
Esta derrota nos ha recordado que el camino que queda para el objetivo final es largo y duro. Que ningún equipo en esta categoría regala nada por muy mal que esté y que si se quieren los tres puntos hay que dejarse la vida en ello. Estábamos en una pequeña nube de euforia desde la llegada de D'Alessandro y pensábamos que nos podíamos comer el mundo. El sábado el mundo nos dio un bocado y nos recordó que no hay nada hecho. Nos devolvió a nuestra cruda realidad de trabajo y lucha si queremos resultados. No hay que desesperarse por este mal resultado que queda mucha liga y lo importante es que seguimos sin descolgarnos. Pero hay una cosa peor que el resultado y han sido las lesiones de Arzu y Powel que posiblemente hasta después de Navidad no podamos contar con ellos. Se unen a Xisco Campos que también estará unos meses lejos del terreno de juego.
Si podemos sacar algo positivo es la primera parte de Viguera repartiendo juego arriba, el buen hacer de Álex Ortiz, suplantando a Xisco Campos, y la vuelta a los terrenos de juego de uno de mis jugadores favoritos, Mairata, quien sin estar al cien por cien tuvo que entrar en lugar de Arzu cumpliendo a la perfección.
Amigos nastiquers! no hay que caer en el derrotismo por este resultado. Perdimos pero no nos lo merecimos. Quizás no jugamos todo lo bien que hubieramos deseado pero tampoco se puede hacerlo todas las jornadas. El camino que seguimos es el correcto y seguro que la tristeza con la que salimos el pasado sábado del Nou Estadi se convertirá en alegría la próxima jornada cuando logremos derrotar a uno de los equipos más potentes de la categoría, el Córdoba. Todos unidos lo conseguiremos.